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Un equipo de los Azulejos que ha protagonizado remontadas durante toda la temporada probablemente acaba de lograr la mejor de todas.
No es que el déficit que enfrentaron durante el Juego 4 de la Serie Mundial la noche del martes en el Dodger Stadium haya sido enorme. De hecho, fue apenas de una carrera. Pero tras quedarse cortos en un Juego 3 de 18 innings — empatado como el más largo en la historia de la Serie Mundial –, los Azulejos mostraron una impresionante recuperación física y mental en una convincente victoria por 6-2 sobre los Dodgers.
Con un jonrón tempranero del ícono de octubre, el dominicano Vladimir Guerrero Jr., una sólida apertura de Shane Bieber, un ataque de cuatro anotaciones en el séptimo inning y un bullpen intratable, los campeones de la Liga Americana respondieron con todo tras una noche de sueño fugaz.
Y ahora esta Serie Mundial al mejor de siete está empatada a dos triunfos por bando, con un Juego 6 asegurado en Toronto la noche del viernes.
En la madrugada del martes, después del maratónico Juego 3, el mánager de los Azulejos, John Schneider, fue rápido en recordarles a los reporteros que los campeones defensores, los Dodgers, “no ganaron la Serie Mundial, ganaron un juego”.
Tenía razón. Pero era válido preguntarse cómo respondería Toronto a ese golpe anímico, en lo que fue sin duda un desgaste físico y emocional para ambos equipos, aunque con un impacto mayor para unos Azulejos que están en esta etapa de la postemporada por primera vez juntos.
Para complicar aún más el panorama estaba la presencia de Shohei Ohtani en la lomita, el mismo que había llegado a base en nueve ocasiones la noche anterior, un récord en postemporada.
Pero los Azulejos hicieron lo que mejor saben hacer:
Comenzar abajo en el marcador.
No es broma, es una realidad. Toronto lideró las Mayores con 49 victorias viniendo de atrás esta temporada, y 43 de ellas llegaron luego de permitir la primera carrera del juego.
De hecho, han permitido la primera carrera en cada uno de los juegos de esta Serie Mundial. Esta vez fue con un elevado de sacrificio de Enrique “Kike” Hernández en el segundo inning que remolcó a Max Muncy ante Bieber.
¿Qué significa anotar primero en los primeros cuatro juegos de una Serie Mundial? Pregúntenle a los Medias Rojas de 2004, los Gigantes de 2012 y los Dodgers del año pasado. Son los únicos otros equipos que lo han hecho, y todos fueron campeones.
Claro, ninguno de esos equipos enfrentó a estos Azulejos, que reaccionaron de inmediato.
Fue en el tercer episodio cuando Nathan Lukes conectó un sencillo con un out ante Ohtani, y luego vino Guerrero.
El rostro de la franquicia de Toronto ha tenido un octubre legendario, pero no había conectado extrabases en esta Serie Mundial hasta que Ohtani dejó colgado un envío en cuenta de 2-1 que Vlad demolió. La bola salió disparada hacia el jardín central-izquierdo para su séptimo jonrón en esta postemporada, un nuevo récord de la franquicia en juegos de octubre.
Ese bambinazo puso el juego 2-1 y fue también el cuarto cuadrangular que pone al frente a los Azulejos en una serie luego de estar en desventaja, la mayor cantidad para cualquier equipo en una misma postemporada.
Bieber, adquirido por Toronto en la Fecha Límite de Cambios mientras completaba su rehabilitación tras la cirugía Tommy John, lanzó con autoridad con la ventaja. Trabajó 5.1 entradas, con una carrera permitida, cuatro hits, tres bases por bolas y tres ponches.
Cuando Schneider decidió sacarlo con dos corredores en base y un out en el sexto, recurrió al novato zurdo Mason Fluharty, quien sacó a Muncy con un elevado en un solo pitcheo y ponchó a Tommy Edman con tres envíos para preservar la ventaja. Dos outs enormes, como se vio después.
Ohtani, por su parte, lanzó hasta el séptimo inning, una hazaña notable considerando que, tras su desempeño ofensivo histórico la noche anterior, necesitó una vía intravenosa después del juego.
Pero finalmente lució agotado en su último capítulo. Daulton Varsho abrió con sencillo al derecho, y Ernie Clement conectó un doble contra la pared del izquierdo, colocando a dos en posición de anotar.
Esos batazos forzaron al timonel Dave Roberts a acudir a su bullpen, primero con el zurdo Anthony Banda, y no resultó. El venezolano Andrés Giménez se fajó en el turno, trabajó la cuenta completa y luego disparó un sencillo al izquierdo que impulsó a Varsho. Clement luego anotó con un rodado de Ty France. El inning continuó con Blake Treinen en el montículo, quien permitió sencillos remolcadores a Bo Bichette y Addison Barger para ampliar la ventaja a 6-1.
El exabridor Chris Bassitt dominó en el relevo durante el séptimo y el octavo episodios para mantener la ventaja. El intento de reacción de los Dodgers en el noveno acto ante Louis Varland se quedó corto.
Los Azulejos habían pasado la noche anterior tropezando en busca de ofensiva. Dejaron a 19 corredores en base, un récord en la historia del Clásico de Otoño. Una derrota así puede sentirse como dos.
Pero estos “Niños del Regreso” lo hicieron otra vez. A pesar del poco descanso, lucieron renovados. Y ahora, también, lo está esta Serie Mundial.
La crónica del juego / Video MLB
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