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Cada vez que sube al montículo, Clayton Kershaw se acerca un poco más a uno de los logros más esquivos del béisbol: los 3,000 ponches en su carrera.
Tras abanicar a cinco bateadores de los Rockies la tarde del jueves, Kershaw está a punto de alcanzarlo. Lleva 2,997 ponches. Sólo le faltan tres.
El aclamado zurdo de los Dodgers necesitó apenas 69 lanzamientos para cubrir seis innings de una carrera mientras su equipo completaba la barrida de tres juegos sobre los Rockies con una victoria 3-1 en el Coors Field. Incluso lanzando en la altitud de Denver, Kershaw parecía tener más gasolina en el tanque y pudo haber ido por la marca.
El capataz Dave Roberts dijo antes del juego que podía imaginarlo de ambas maneras. No creía que Kershaw estuviera cazando ponches, pero a estas alturas, ¿cómo no pensar en ello?
“Por un lado, estoy seguro de que quiere hacerlo en Los Ángeles”, aseguró Roberts. “Por otro, también quiere quitarse eso de encima. Creo que es inevitable. Será difícil si llega a dos strikes no buscar el ponche. Pero eso es lo que siempre ha hecho. Así que no cambia mucho”.
Kershaw no forzó las cosas para conseguir los tres ponches adicionales en el Coors Field, por lo que su mejor oportunidad para llegar a los 3,000 será la próxima semana en el Dodger Stadium, frente a los únicos fanáticos locales que ha conocido en sus 18 temporadas en las Grandes Ligas.
Shohei Ohtani se fue para la calle con un jonrón de 419 pies hacia el jardín derecho-central que le dio a los Dodgers la ventaja definitiva de 3-1 en el séptimo inning. Fue su 28vo tablazo de la temporada.
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