Por Martín Gallegos
LasMayores.com/MLB.com
La franquicia de los Atléticos se remonta a 1901, cuando el dueño/mánager Connie Mack fundó los Atléticos de Filadelfia de la Liga Americana. Después de cinco décadas, el club se mudó a Kansas City en 1955 por 13 temporadas, y luego a Oakland por 57 campañas antes de reubicarse temporalmente en West Sacramento en el 2025.
El lunes, los Atléticos dieron un gran paso hacia su próximo capítulo en el sur de Nevada.
El propietario de los Atléticos, John Fisher, —acompañado por varios otros dignatarios, incluyendo al Comisionado de MLB, Rob Manfred, el presidente del equipo Marc Badain y el Gobernador de Nevada Joe Lombardo— plantó una pala dorada con el logo de los Atléticos y un mango en forma de bate de béisbol en el suelo en la esquina sureste de Las Vegas Boulevard y Tropicana Avenue, marcando la ceremonia oficial de la primera piedra del nuevo parque de los Atléticos en Las Vegas, que se espera esté terminado a tiempo para el Día Inaugural de 2028.
“Hoy es una celebración del inicio de nuestro proceso de construcción”, dijo Fisher. “Es como un sueño hecho realidad para mí. Los Atléticos han necesitado un nuevo hogar durante mucho tiempo. Mirar hacia afuera y ver todas estas máquinas y los agujeros que se están cavando donde estará el home plate, es un lugar realmente positivo para nosotros”.
El nuevo estadio se está construyendo en nueve acres de un terreno de 36 acres y estará acompañado por un futuro complejo hotelero, turístico y de entretenimiento que será construido por Bally’s Corp., propietaria de los 27 acres restantes del lote.
El recinto en sí —diseñado por Bjarke Ingels Group (BIG) y HNTB— tendrá una capacidad para 33,000 aficionados, con los asientos más cercanos al home plate y el territorio de foul más pequeño de cualquier parque de Grandes Ligas. El edificio estará completamente cerrado por un techo que atenuará el resplandor directo de la luz solar mientras da la bienvenida a la luz natural indirecta a través de ventanas orientadas al norte. Desde el home plate, la cúpula transparente ofrecerá vistas de Las Vegas Strip, con el New York-New York Hotel & Casino y el MGM Grand a la vista detrás del outfield.
Las Vegas es una ciudad que MLB ha considerado como un sitio potencial para expansión o reubicación de equipos desde hace bastante tiempo, y aunque el mercado de medios se clasificaría como el más pequeño de las Mayores, el Comisionado Manfred dijo que el constante flujo de turismo de la ciudad compensa esa falta de tamaño.
“Las Vegas presentó una verdadera oportunidad para MLB”, comentó Manfred. “Es diferente a cualquier otro mercado en el sentido de que el turismo aquí presenta una oportunidad que va más allá de lo que sugeriría la población o el tipo de demografía que normalmente consideramos”.
La ubicación del estadio se suma a un panorama de turismo deportivo que ha evolucionado rápidamente, con los Raiders de la NFL y los Golden Knights de la NHL llegando a Las Vegas en la última década y jugando justo al final de la calle en el Allegiant Stadium y el T-Mobile Arena.
“Esta es una ciudad deportiva”, destacó Bill Hornbuckle, CEO y presidente de MGM Resorts International. “Siempre lo ha sido. Pero creo que lo que es único de esto es que, en lugar de un juego de tres horas, es como una experiencia de tres días. La gente vendrá. Cuando ves a los Kansas City Chiefs venir a la ciudad, la ciudad se tiñe de rojo. Tuvimos un partido de LSU aquí y la ciudad se tiñó de morado. … No puedo imaginar que no suceda lo mismo aquí con el béisbol”.
Además del mánager Mark Kotsay y el gerente general David Forst, los miembros del Salón de la Fama de los Atléticos, Dave Stewart y Rollie Fingers, asistieron al evento. El ex lanzador de los Atléticos y actual comentarista Dallas Braden fue el maestro de ceremonias.
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