Por Jared Greenspan
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Este papá acaba de llevar la definición de “atrapada sin mirar” al siguiente nivel — gracias a una improbable asistencia de su hija.
Durante el partido del sábado entre Yankees y Rays en el Yankee Stadium, un fanático levantó su guante mientras una bola iba en su dirección. ¿El único problema? Una niña pequeña, felizmente sentada sobre los hombros de su padre, decidió que sería un gran momento para jugar al “peekaboo”.
Con las manos de su hija tapándole los ojos — y su mano sin guante agarrando ambos tobillos de ella — el papá aun así atrapó la bola con facilidad. Olvídense de una captura sin mirar, eso es verdaderamente “fuerza de papá”.
Es una historia que el dúo padre/hija compartirá para siempre. Y si nadie les cree, tendrán el souvenir para demostrarlo.
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