Por Manny Randhawa
LasMayores.com/MLB
Nadie podía cambiar el rumbo de un juego de béisbol por sí solo (¿o con dos pies?) como el miembro del Salón de la Fama Rickey Henderson. Ampliamente considerado como el mejor primer bate en la historia de MLB, su nombre se convirtió en sinónimo de bases robadas. Vamos a darle un vistazo a 10 estadísticas increíbles de Rickey que demuestran lo dominante que fue durante una carrera que abarcó un cuarto de siglo. Y dado que Henderson se refería a menudo a sí mismo en tercera persona, honraremos el estilo único de Rickey para hablar de Rickey.
Nadie robó más bases que Rickey
Empecemos con lo obvio: Henderson robó 1,406 bases; récord en Grandes Ligas. ¿El segundo lugar en la lista? Lou Brock, cuya marca rompió Rickey en el Oakland Coliseum el 1ro de mayo de 1991, con 938 robos. Es decir, nadie está a menos de 468 bases de Rickey. El líder activo en robos al inicio de la temporada del 2021 era Dee Strange-Gordon, con 333 estafadas, más de 1,000 menos que Henderson.
Rickey dominó los años 80
Henderson lideró la Liga Americana en bases robadas cada temporada de los años 80, excepto en 1987, cuando sufrió una lesión. Lideró las Mayores en robos en cinco de esas campañas. De 1980 a 1989, Henderson no sólo estableció el récord de robos en una temporada (130 en 1982), sino que acumuló 838 estafadas en la década. El segundo lugar en esa década fue Tim Raines, con 583, casi 300 menos. El único otro jugador que ganó un título de robos en los 80 fue Harold Reynolds, quien robó 60 bases para los Marineros en 1987.
Henderson incluso llamó a Reynolds después de que este asegurara el título de robos ese año. Según Reynolds, Henderson le dijo: «¿60 bases robadas? Deberías estar avergonzado; Rickey tendría 60 en el receso del Juego de Estrellas».
¿Tres? ¿Cuatro? Rickey dice: ‘¿Qué tal más?’
Henderson robó tres o más bases en un juego 71 veces en su carrera, incluyendo cuatro estafadas en 19 ocasiones y cinco una vez, el 29 de julio de 1989. Ese día anotó cuatro carreras sin registrar un hit (cuatro boletos en cuatro veces al bate) contra los Marineros en Oakland.
Rickey abrió con estilo
Nadie ha conectado más jonrones para abrir un juego que Henderson, quien inició un partido con cuadrangular en 81 ocasiones. Y nadie celebró un jonrón de apertura con más estilo que Rickey, ya fuera con un toque al casco o un giro amplio —tan amplio que casi entraba al dugout de primera base— al pasar por la inicial.
Rickey se desató contra los Azulejos
La Serie de Campeonato de la Liga Americana de 1989 fue una pesadilla para los Azulejos, cortesía de un solo hombre: Rickey. Fue una máquina imparable, robando ocho bases, anotando ocho carreras y bateando .400 con un doble, un triple y dos jonrones en la victoria de los Atléticos en cinco juegos para ganar el banderín. Cuatro de esos robos ocurrieron en el Juego 2. Henderson fue nombrado JMV de la serie antes de ganar el premio JMV de la Liga Americana al año siguiente.
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