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Incluso de visitante, Shohei Ohtani suele recibir bastante elogios de la afición rival. No en el Citizens Bank Park. No en la postemporada.
Conocido ya como un público hostil para los equipos visitantes, el mar de aficionados vestidos de rojo en las gradas se lo dejaron saber a Ohtani mucho antes de que subiera al montículo, abucheándolo con entusiasmo mientras se dirigía al bullpen a calentar y estallando de emoción cuando se ponchó para abrir el juego, abanicando con tres lanzamientos consecutivos de Cristopher Sánchez.
Quizás la afición de Filadelfia esperaba aprovechar los nervios que Ohtani admitió sentir en vísperas de su debut como lanzador en postemporada. Pero como pudieron ver en la victoria de los Dodgers por 5-3 el sábado por la noche, cuando Ohtani está nervioso, no significa que se amilane fácilmente.
No todo fue color de rosa para Ohtani, quien se fue de 4-0 con una base por bolas como bateador y permitió un triple en la segunda entrada, pero la superestrella se asentó para lograr una apertura de calidad.
Teóscar Hernández, quien realizó un flojo esfuerzo defensivo que ayudó a los Filis a producir las carreras contra Ohtani, compensó el descuido al darles a los Dodgers su primera ventaja con un jonrón de tres carreras ante el relevista de los Filis, Matt Strahm, en la séptima entrada.
“Solo intentaba conseguir un buen lanzamiento para batear”, dijo Hernández en una entrevista televisiva posterior al partido. “Sánchez estuvo difícil. Strahm suele mantenerse en la zona, así que buscaba algo. Dejó una bola sobre el plato y le hice un buen swing”.
Esas actuaciones redentoras ayudaron a los Dodgers a remontar y conseguir una victoria contra los Filis en el primer partido de la Serie Divisional de la Liga Nacional. En la historia de la postemporada, los equipos que han ganado el primer partido en cualquier serie al mejor de cinco lo han hecho 113 de 156 veces (72.4%). En las Series Divisionales con el formato actual de 2-2-1, los equipos que han ganado el primer partido como visitantes han avanzado 34 de 46 veces (73.9%).
En seis entradas, Ohtani permitió tres hits, dio una base por bolas y golpeó a otro. Ponchó a nueve, la tercera mayor cantidad para un Dodger en su primera aparición en postemporada, solo detrás de Don Newcombe (11 en el Juego 1 de la Serie Mundial de 1949) y Tim Belcher (10 en el Juego 2 de la NLCS de 1988).
Ohtani no solo es el único jugador en la historia de las Grandes Ligas en iniciar un juego como lanzador y otro no como lanzador en una misma postemporada, sino que también es el segundo lanzador abridor en batear más arriba del octavo puesto. El otro fue Babe Ruth, quien bateó sexto para los Medias Rojas en el cuarto juego de la Serie Mundial de 1918.
Todo el daño de los Filis contra Ohtani llegó en la segunda entrada, cuando Alec Bohm recibió una base por bolas al abrir la entrada y Brandon Marsh le siguió con un sencillo. Luego, J.T. Realmuto conectó una recta entre el jardín derecho y el central, donde Hernández no pudo cortarle el paso. Realmuto se deslizó a tercera para un triple de dos carreras, y luego anotó con un elevado de sacrificio de Harrison Bader.
Pero también fue gracias a Hernández que Ohtani salió en línea para la victoria.
Con dos en base y dos outs en la séptima entrada, Hernández pegó su tablazo contra Strahm a lo profundo de las gradas entre el jardín derecho y el central. Fue el quinto jonrón de la ventaja mientras perdían en la séptima entrada o más tarde en la historia de la postemporada de los Dodgers, y el primero desde el grand slam de Freddie Freeman en el Juego 1 de la Serie Mundial del año pasado.
La crónica del juego / Video MLB
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