Por Jason Beck
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Los Tigres de Detroit no habían iniciado oficialmente los campamentos a principios de este mes cuando Tarik Skubal, uno de los primeros en llegar a las instalaciones, se acercó al casillero de Jake Rogers en el Joker Marchant Stadium con un regalo en mano.
Skubal había mencionado al final de la temporada pasada que quería obsequiarle algo a Rogers por haber sido su receptor en cada uno de sus lanzamientos durante su impresionante campaña, de la misma manera en que Justin Verlander solía regalar un reloj a su receptor tras lanzar un juego sin hit. Antes de que comience la nueva temporada, Skubal cumplió su promesa con su característico estilo discreto.
«Tiene un bonito regalo en su muñeca, un buen Rolex», comentó Skubal el viernes. «Simplemente se lo di el primer día que lo vi aquí».
En realidad, fueron dos relojes.
Como lanzador zurdo con una recta de más de 100 millas por hora y un cambio y slider devastadores, Skubal es prácticamente único en su clase. El reloj que le regaló a Rogers es doble: Skubal compró uno para Rogers y otro para sí mismo.
«Significa mucho lo que hizo», comentó Rogers. «No sé si alguna vez me habría comprado uno. Fue muy generoso al hacerlo, y además, él y su esposa Jessica lo mandaron a grabar. Es una pieza increíble».
Fue un gesto emotivo, y uno que hace que momentos como el del viernes sean más especiales.
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