Por Keegan Matheson
LasMayores.com/MLB
Podría haber algo de magia en los Blue Jays de 2025. George Springer realizó el swing de la temporada el martes en el séptimo, un grand slam que sacudió al Rogers Centre de una manera que no habíamos visto en mucho, mucho tiempo.
La victoria de los Blue Jays por 12×5 los coloca a un juego de los Yankees en la División Este de la Liga Americana. ¿A quién le importa que aún falten tres meses para la postemporada? Ya es julio, la fecha límite de cambios y todas sus posibilidades se avecinan a finales de mes, y los Blue Jays están haciendo que el verano se sienta cada día más interesante. Este estadio, quizás toda la organización, se siente viva de nuevo.
El jonrón de Springer fue su segundo del día, un batazo imponente que se quedó suspendido en el aire el tiempo justo para añadir más dramatismo. Pero Springer lo sabía. Ha conectado 274 de estos y ahora suma 100 con los Blue Jays.
“Lo que hizo hoy fue increíble. Fue una sensación especial”, dijo el mánager John Schneider. “Luke Weaver, de los Yankees, es un relevista realmente bueno, y tiene un swing impresionante. Estaba entusiasmado. Todo el dugout lo estaba”.
Al salir de la caja, Springer dejó el bate y empezó a saltar por la fila. Apenas tocaba el suelo mientras recorría las bases, rebotando y bailando mientras aullaba junto con la multitud, todos en un frenesí rojo en el Día de Canadá. Para cuando Springer pisó el home para unirse a los demás, casi le desgarró el hombro a Tyler Heineman con un choque de manos.
En la siguiente entrada, Springer siguió anotando con un sencillo de dos carreras justo al centro en la octava, terminando de 3 de 4 con siete carreras impulsadas, una nueva marca personal para él en un solo juego. ¡Qué día, y qué temporada para el veterano resurgente que ha dejado a muchos boquiabiertos!
“Es el tipo que vieron hoy, capaz de dominar un partido por completo”, dijo Kevin Gausman. “Cuando está concentrado, puede hacerlo durante toda una serie y dominarla. Tiene todo el talento del mundo. Sigue ahí. Sigue siendo el mismo jugador que era en Houston”.
Springer, siempre rápido para desviar los elogios, los volcó sobre sus compañeros de equipo y el personal.
“En mi caso, sé lo que Schneids espera de mí y entiendo lo que necesita que haga”, dijo Springer. “Simplemente intento ejecutar un plan de juego. Creo que lo más importante para mí es que he aprendido a gestionar los fracasos, los altibajos”.
Por ahora, todo está en marcha.
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