Fea noche la de esta noche. Colombia ha caído 2×1 con Brasil, con gol de Vinicius Junior, en el instante final de un juego que iba camino a un empate 1×1.
Esperábamos ver a la Colombia de Lorenzo, esa de antes de la final de la Copa América y, a pesar del segundo tiempo aceptable, tampoco la vimos. Se ha perdido entre los juegos desordenados en que ha salido derrotada.
Es que hemos estado cuesta abajo en la rodada. Se han perdido cinco partidos de seis. La final con Argentina en Miami 1×0 y los cuatro del clasificatorio. Con Bolivia 1×0, con Uruguay 3×2, con Ecuador 1×0 y esta noche con Brasil 2×1.
El arranque, y el primer tiempo, fueron fatales. Colombia enredada, el penal en contra comenzando el juego, por falta de Daniel Muñoz sobre Vinicius Junior, que convirtió Rafinha, hasta cuando en un jugada inesperada, si se quiere, Lucho Díaz anotó otro golazo a Brasil asistido por James Rodríguez.
El empate 1×1, al finalizar el primer tiempo, fue gracias a la buena actuación del arquero Camilo Vargas y a ese gol que se inventaron James y Lucho.
El segundo tiempo más favorable a Colombia que sostuvo el empate hasta que Daniel Muñoz, otra vez Muñoz, se dejó ganar la posición de Vinicius Junior, otra vez Vinicius, que marcó un espectacular gol de media distancia a pesar, que en la trayectoria, el balón golpeó en la cabeza a Jefferson Lerma y tomó más velocidad.
Aparte del día que debutó con la selección, cuando lo expulsaron acabando de entrar, la de esta noche debe ser la más terrible de cuantas ha jugado. Vinicius le ganó siempre y fue actor principal del penal y del gol del triunfo. Del otro lado, Johan Mojica también vivió su calvario. Fueron hermanos en el dolor.
La gente del fútbol tiene sus cábalas o agüeros. No soy la excepción. Una de ellas es ver a jugadores “haciendo tiempo” cuando el partido va a terminar y se está en tiempo de adición.
Lo hizo Camilo Vargas y lo comenté, otra vez, y, otra vez pasó. Dije que ojalá que el tiempo que está “perdiendo” no se nos venga en contra porque hoy, es una necedad hacerlo, porque todo tiempo perdido, se suma.
Cuando el partido agonizaba Vargas paró el juego. Hizo señales con las manos que algo le había pasado a su rodilla derecha. Entraron los médicos y kinesiólogos, y mientras lo atendían el árbitro venezolano Herrera mostraba al público su cronómetro señalando que agregaría más tiempo.
Y “el dolor” de la rodilla pasó como por encanto y, acto seguido apareció el infortunio. Daniel Muñoz sin poder con Vinicius Junior a quién, esta vez, no lo atropelló como en el penal sino que lo “marcó de ojo”. Y ahí se fue el cohete lanzado por el botín derecho del ídolo del Real Madrid para dejarnos “botines al campo”. Como cuando te dejan “manillas al campo” en el béisbol.
No entiendo para qué alargar un juego que va a terminar. Si tu equipo está arrecostado esperando al rival, en posición defensiva, defendiendo un resultado. ¡Entre más rápido se acabe el juego mejor!
Lo de esta noche, como los juegos últimos, no es ni “para olvidar”, ni para “pasar la página rápido” porque, por andar en esas, se volvió a perder otro partido en tiempo de reposición. Primero con Uruguay a los 45+11 del segundo tiempo y ahora con Brasil a los 45+9 del mismo segundo tiempo.
Barranquilla
Marzo 20 de marzo, 2025
