Aquí estamos otra vez. Haciendo cuentas con los dedos de las manos, o de los pies, con ábaco, o calculadora, para predecir el futuro inmediato del Junior de Barranquilla.
Esta vez no necesitamos elucubrar, sumar, restar, multiplicar, dividir y desearles mala suerte a los rivales. Leí por ahí, y me pareció lo mejor para explicar la situación, que lo bueno es que la suerte del Junior está en manos del Junior. Y lo peor es que la suerte del Junior está en manos del Junior. Me pareció elementalmente genial.
Junior ha tenido una campaña dispareja. Con Bolillo no ganó. Reyes lo tomó en el 17º puesto y lo tiene 8º que es último lugar de los clasificados. Hay jugadores que rindieron a veces sí, a veces no. Otros a veces no, a veces sí. Otros a veces no, y a veces tampoco. Hay algunos que hemos olvidado que están en el plantel.
Que el Junior sea 8º es bueno. Que ganando los dos partidos clasificará, es muy bueno. Partido visitante contra Pereira. Partido local contra Huila.
Lo que malo es que Junior tiene 24 puntos y, aunque tiene +8 en diferencia de goles, solo ganando los últimos 6 puntos podrá clasificar. Cali tiene los mismos 24 puntos que Junior. Y con 23, Bucaramanga, Pasto y Santa Fe.
O sea que no tiene alternativas. Gana o gana. Los jugadores del Junior deben saber cuál es la real situación. Y si no han entendido “algo tan complicado”, se lo podemos explicar con plastilina.
En la primera liga del año, donde Junior quedó 9º y eliminado, empató 0x0 con el Pereira en el Metro y ganó 2×0 al Huila en Neiva.
O sea, que no le pudo ganar al Pereira en casa y ahora debe ir a ganarle como visitante. Y si no le gana al Huila en casa, 19º en la tabla y descendido, entonces no merece clasificar. Así que menos pataletas y espantajopismo y pies a la obra…
Barranquilla, octubre 24, 2023