Estoy escribiendo esta columna corriendo el riesgo que, cuando ya esté publicada, el negocio de Juan Fernando Quintero se haya definido.
Esta clase de transacciones tienen tanto de largo como de ancho. No es una negociación que se hace en las dos horas que duró la reunión de Quintero con Alex Char, que le produjo escaldadura a más de uno.
Me he guiado por el simbolismo de la reunión de Alex con Quintero, por lo que no me dejó dudas que el 10 vendrá al Junior de Barranquilla.
Por qué me guío por el simbolismo de la reunión, porque cada vez que ha aparecido Alex Char, antes de cada temporada, es para anunciar alguna estrella que vendrá al Junior y a hacer mejor y más atractiva la Liga colombiana.
Pasó con Giovanni Hernández, con Yimmy Chará, con Teófilo Gutiérrez, con Miguel Borja, con Carlos Bacca y ahora pasará con Quintero.
Hemos estado hablando con una fuente argentina muy importante, y por la información recibida, Junior hará la inversión económica más grande en la historia del fútbol profesional en Colombia.
Es tan alta y fuerte la inversión que, la misma, ha producido en otros lares de la república soponcios, urticaria, prurito, ahogos, llanto y acusaciones de utilización de la contratación de Quintero para la campaña política.
Realmente no es problema del Junior si algún equipo de los llamados “grandes” no quiere (porque puede) hacer las inversiones necesarias para intentar ganar una estrella o una de las copas de Conmebol. Cada quien maneja las inversiones como mejor le parece.
Con Giovanni Hernández, Junior fue campeón de Liga e hizo goleadores a Bacca, Teófilo y Ruiz, con Chará ganó Copa Colombia, con Teófilo ganó Liga y Copa, con Borja ganó Superliga, no han sido estériles sus inversiones y jugó una final de Copa Sudamericana.
El argumento de la inversión para la campaña política, si lo quieren ver así y si esto les satisface el morbo, que lo usen.
Finalmente Junior ha sumado ligas y copas y Barranquilla es hoy, por lejos, la mejor ciudad del país.
Hoy no solamente es una ciudad para negocios e industria sino turística. Las visitas del interior del país y del exterior se desbordan a diario, el malecón tiene pega-pega, los centros comerciales son hormigueros de gente maravillosa que nos visita, los restaurantes de autor y los típicos, la comida rápida y la amabilidad de nuestra gente hacen de la Barranquilla de hoy, una ciudad única.
Entonces cuál es el bendito problema. Cada vez que Junior contrata hablan de “Fair play financiero”, lo acusan de movimientos “políticos”, les cae un “llantén” que no se les quita ni con un bombón chino.
Si lo de Quintero es un tema político habrá que inventarse una elección por cada año de contrato.
Trabajen, inviertan y no jodan tanto que por andar en esas sus equipos y ciudades no progresan…
Barranquilla
Enero 10, 2022