En un poco más de tres semanas comenzará la liga, el 25 de este primer mes que va tan rápido como todos los anteriores.
No sabemos si es la angustia por vivir, la rapidez por querer tener, las acumulación de riqueza o de bienestar, pero el mundo anda más a prisa ahora que antes.
He tratado de explicárselo a los nietos pero no les cabe en la cabeza que, en mis tiempos de niño y adolescente, íbamos dos veces a la escuela, a mañana y tarde, y lo hacíamos caminando, e ingeríamos alimentos a las seis de la mañana, doce del mediodía y cinco de la tarde con una mamá que estaba dispuesta para nosotros las 24 horas del día.
Los juegos igual, todos físicos. Correr, montar a los árboles, jugar a la bola de trapo, bicicleta, patinar, la penca escondida, 4, 8 y 12, el botellón y la peregrina y oá que jugaban las niñas. La obesidad no existía. Todas las calorías se consumían en los momentos de distracción en el barrio.
Hace solo un mes terminamos desencantados con la temporada del Junior de Barranquilla el año anterior pero, desde este primer lunes, ya estamos renovando nuestros votos de confianza por lo que se avecina.
No es fácil poner de acuerdo a una afición exigente como la del equipo barranquillero. Entre la aceptación y el rechazo hay una cantidad de matices. Todo jugador que llega genera conceptos, aprobación o cabreada.
Contrario a lo que siempre se ha hecho, en Junior se está tratando de cambiar el tema de contratación de jugadores buscando que, los buenos salarios que paga, sean retribuidos con alto nivel de rendimiento y títulos.
Hay jugadores que llegaron a Junior en Renault 4 y se fueron en BMW y de resultados o recuerdos, cero.
Tiene en sus manos Arturo Reyes la posibilidad de retomar lo que dejó en el 2021 y que se abortó con la llegada de Cruz Real, que naufragó con Comesaña y los retazos que él no pudo hacer coincidir en el remate de la segunda liga.
Los nuevos jugadores son reconocidos por su buen desempeño. Entre los veteranos Rafa Pérez y Carlos Sierra que serán pilares y líderes, la recuperación de Homer Martínez después de su operación, y jóvenes con buenas campañas recientes como Léider Berrío, Brayan León, Iván Scarpeta, Edwin Herrera, Amaury Torralvo y el regreso de Vladimir Hernández.
Se busca un delantero y un volante 10. Con esos dos estaría el grupo completo y listo para dar satisfacciones. No solo ganando partidos, sino ganando la liga…