Pelotas y Letras | Por Hugo Illera | Junior, Farías, y la oportunidad perdida de ser líderes

Es posible que el enfado del entrenador Farías, al final de la rueda de prensa después de una pregunta del periodista Ricardo Perea, haya sido la consecuencia de haber desperdiciado la oportunidad de ganarle a Envigado y haber quedado el Junior como líder de la Liga.

Es lo que, muchas veces, no entendemos de los entrenadores. Las cosas comenzaron a ir bien en los anteriores partidos y en este, que significaba llegar al liderato, Farías cayó en la tentación de cambiar cosas.

Por la razón que sea, Farías decidió cosas que no fueron las mejores.

Además, la ausencia de Didier Moreno se notó toda la noche. Colorado y Vélez parecieron dos colegiales. En esa posición de primera línea de volantes hay que saber leer los partidos, hay que ponerle huevos y ser líder  siempre. O sea que, tienes que pesar en los partidos.

Subir al centro del campo a su cuarteto posterior con dos centrales lentos (Cuenú y Báez) y un lateral inseguro (Navia).

Hacer que Mele se posicionara en el borde del área intentando ser un arquero líbero.

Esos movimientos hay que ensayarlos hasta que se vea  un trabajo de equipo. Y eso, no se logra de un momento para otro.

La presión alta que intentó Junior, teniendo jugadores rápidos, móviles, de buena técnica, se le volvió en contra porque, al meter a sus 10 hombres en el campo de Envigado, más los 10 del equipo naranja, en 50 metros, se anularon los espacios que necesitaban esos jugadores móviles y creadores del juego. En el arranque, cuando el gol de Bacca, hubo espacios. Después, la montonera perjudicó  al Junior.

A quién le conviene más un apretujamiento de 20 jugadores en 50 metros de campo ¿al que destruye el juego o a quien lo construye?

Envigado ganó porque, viendo el planteamiento que lo trataba de ahogar en su campo, fue siempre ofensivo, metió pelotazos en contra ataque para sus hombres del circuito ofensivo, sabiendo la lentitud de los centrales del Junior.

La diferencia consistió, y pesó en el resultado del partido, en que Junior encontraba un enredo de piernas en el campo contrario cuando atacaba y Envigado tenía  las puertas abiertas de un campo de 50 metros para correr, ganar el balón y superar a los defensores rojiblancos a los que ganaron siempre.

Que Colorado debía reemplazar al irremplazable Didier, lo sabíamos. Que Farías debía continuar con el equipo que ya encontró y que venía sumando en los últimos partidos era de esperarse. Pero que cambiara la forma y manera de jugar, no lo esperaba nadie.

En la rueda de prensa, Farías habló del desgaste del equipo después del triunfo sobre Chicó en Tunja. Que, incluso, lo había charlado con el Dr. Rolong. ¿Entonces, para qué sometió al equipo a ese otro desgaste, presionando en el centro del campo y corriendo en los regresos cuando Envigado contra atacaba, si sabía de esa disminución? Es la pregunta del millón…

Barranquilla
Febrero 24, 2025

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