Las últimas horas del Profesor Alfredo Arias, después de la derrota a último instante de Junior ante Santa Fe en el Metro, transitaron entre el disgusto de los dueños y su ratificación en el cargo cerca del medio día de este jueves.
Guardo un profundo respeto y consideración con Arias, pero en las dos últimas derrotas, en el minuto final, con América primero y con Santa Fe después, me han producido el convencimiento que, si él no cambia ese fútbol correlón, angustiado, con prisa, sin pausa, que practica, Junior no saldrá de este pozo.
De aquel equipo que comenzó la Liga, que ganó 5 de 7 partidos con 2 empates, ya nada queda. Esa forma lúdica de jugar al fútbol le permitió sumar 17 puntos que es, en números, el 54,84% de los 31 que sumó para clasificar.
Después comenzamos a ver al Junior de hoy correlón, sin ideas, con volumen de ataque sin anotar suficientes goles, con todos los problemas defensivos que, ya en la fecha 18, no ha podido solucionar lo que hace que haya recibido goles en 13 de los 18 partidos.
El Junior pasó de la esperanza de buen fútbol que vimos en las 7 primeras fechas, a un equipo negado para todo, para defender, para atacar, en el que nadie piensa, nadie lee el partido, todos corren a presionar, o a tratar de llegar al arco contrario sin freno, sin pausa, como corredores de velocidad.
Junior se ha vuelto un masacote, sin forma futbolística, sin talante, sin jerarquía. No le ha podido ganar a equipos grandes como él. Con Millonarios perdió 3×0, con América y Santa Fe 2×1, con Tolima 1×0, empató con Medellín 2×2.
Después de golear 4×0 a Llaneros, perdió 3×1 con Unión Magdalena equipo descendido y tampoco pudo ganar a Envigado 1×1, el otro que jugará la B el año entrante.
En la segunda parte del Calendario Todos x Todos, Junior ganó 11 puntos y perdió 17, inexplicable. Hizo 12 goles y recibió 13. Desbalance e improductividad total.
Cuando terminó el lacerante partido ante Santa Fe, tuve la sensación que el Profe Arias no pasaría la noche del miércoles como entrenador del Junior. Recibí llamadas de dirigentes del fútbol, de entrenadores, de exjugadores pensando, exáctamente, lo mismo.
En la mañana de este jueves también. Cuando supe de la reunión de los señores Char tuve el convencimiento que sería relevado. Y, si eso pasaba, sería responsabilidad absoluta de él. Es que pareciera que se agotó el libreto, que los jugadores desarrollaran, sin convencimiento, una idea que no sienten.
Estar hablando, en cada rueda de prensa, lo de que “mañana sale el sol” y que “son cosas que hay que mejorar” en la fecha 18 de 20 y después de una eliminación de Copa, evidentemente te dice que no hay manera, Filomena.
En medio de la reunión de la diriegencia y administradores del club con él, los mensajes iban y venían sugiriendo su reemplazo. Que desempolven a Julio, que Dudamel se fue del Pereira porque allí no le pagan ni a la señora de los tintos y están terminando la Liga con un equipo amateur Sub 20, que Costas que fue campeón con Racing en la Sudamericana y acaba de ser eliminado por Flamengo.
Es la vida de los técnicos. No es que se espere a que les digan que no será más el entrenador de un equipo sino que, desde antes, aparecen los candidatos, las hojas de vida, las llamadas, los agentes ofreciento a este y a este otro.
A Arias lo respeto como entrenador, es una persona de bien, preparado, con conocimiento y ganador y no es que me haya bajado del bus, sino que estoy notando que Junior no ha mejorado y que no mejorará.
Estas dos derrotas consecutivas previas al pitazo final han tocado al Juniorismo. A los dueños, hinchas y periodismo. No te puede pasar lo mismo. Eso de tropezar con la misma piedra es inadmisible. Sin olvidar que estuvo a punto de perder con Pereira en casa.
Vienen dos partidos de alta dificultad, contra el buen Fortaleza, equipo chico y único clasificado de los equipos de Bogotá hasta ahora, y con Nacional, el gran rival del Junior.
De verdad, casi que apostaría que un juego más, mal planteado, mal desarrollado y con derrota, acabaría con la historia del Profe Arias en Junior. Y lo escribo yo, quien le apostó por un gran trabajo y una larga permanencia. Es que Junior hoy, a las puertas de los cuadrangulares semifinales, no es un equipo confiable.
Arias continúa, pero la espada de Damocles pende sobre su cabeza…
Barranquilla
Octubre 30, 2025
- Oct 30, 2025
- Hugo Illera
Pelotas y Letras | Por Hugo Illera | Junior, la espada de Damocles pende sobre el Profe Arias
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