Permanentemente uso la palabra sindéresis. Es posible que otros nunca la usen, o la usen poco sin saber su definición. Miré en lo más elemental de hoy, que son los buscadores de Google, y el Search Labs dice que “es la capacidad natural de juzgar con rectitud, distinguir entre lo bueno y lo malo, y tener discreción”. Es lo que Santo Tomás de Aquino, filósofo y teólogo, llamó la razón natural.
Es posible que el famoso sentido común, de quién el imaginario popular dice ser el menos común de los sentidos, haya tenido origen en la sindéresis.
Esta introducción académica y nada deportiva para decir que los técnicos de fútbol que triunfan, apoyan su conocimiento en el sentido común y en el gusto de los aficionados de la plaza donde van a trabajar.
El fútbol es un producto cuya finalidad es entretener al hincha que va al estadio o que lo ve por televisión. El fútbol es un juego y, como tal, hay que jugarlo para divertimento. No para sufrimiento.
En los años que llevo en esta actividad, el razonamiento más absurdo que escuché, de parte de los entrenadores de fútbol, fue decir “yo muero con la mía”. Y efectivamente, al día siguiente hemos asistido a su sepelio de despedida.
Soy un convencido que, además del conocimiento que se tiene más la instrucción recibida, el ser humano, en cualquier actividad, debe saber usar con inteligencia esa sapiencia. Hacer, corregir, buscar acomodo, mejorar.
En el túnel que usa el Real Madrid, para salir a la cancha en el Estadio Santiago Bernabeu, hay, con letras grandes y destacadas, un razonamiento de Alfredo di Stefano: “ningún jugador es tan bueno como todos juntos”.
Diría yo, en este caso de los técnicos que vienen a Junior como a enseñarnos que el agua lluvia moja, que “ningún entrenador es tan bueno como todo el Juniorismo junto”.
Es una verdad de Perogrullo (una simpleza) pero, hay entrenadores sabiondos, que creen saberlo todo y que su triunfo es producto sólo de sus ideas, poco de los jugadores y menos de la hinchada.
Craso error. Sacan y meten jugadores sin que se pueda tener un “team work” o trabajo de equipo o automatismos, borran a otros, y son palabra santa.
También son imprudentes en las ruedas de prensa, dicen cosas que nadie vio en los partidos, los eliminan y no les duele, les preguntan y se enfadan y arman lío por una simple interrogación. Es que ven el periodismo como enemigo porque no es adulón.
A los técnicos se les contrata para ganar cosas. No para dar sermones de las siete palabras en las ruedas de prensa. Es que, sin resultados positivos, a las palabras se las lleva el viento…
Barranquilla
Martes 11 de marzo, 2025


- Mar 11, 2025
- Hugo Illera
Pelotas y Letras | Por Hugo Illera | Junior, técnicos y sindéresis
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