Año No. 17
Edición No. 4.845

DIRECTOR Hugo Illera
EDITOR GENERAL Fabián Buendía
EDITOR DIGITAL Lizeth Torres

Desde Barranquilla, el deporte en un click

El primer diario deportivo de la Costa Caribe

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Lizeth Torres

Pelotas y Letras | Por Hugo Illera | Junior y el caso Walmer Pacheco

Walmer Pacheco “llegó (a la rueda de prensa en Junior) a la defensiva. No quiso responder preguntas. Solo llegó para aclarar una situación en la que se vio involucrado”. Así lo señaló el colega Isaac Barrios en el diario El Heraldo.

O sea que le salimos a deber el resto de los mortales después que se expuso en las redes sociales feliz, muerto de la risa y lleno de Maizena cuando su equipo estaba en Pasto tratando de salir de la tremenda crisis de resultados en que se encuentra.

El que se expuso ante la opinión pública fue él. El que puso la foto fue él. El que mostró su cara de carnaval llena de felicidad y Maizena fue él. El que no fue a Pasto por bajo rendimiento fue él. El que reía, mientras Junior perdía fue él.

Es el fiel reflejo del por qué Junior hace ratos que no gana nada. Ya ni siquiera partidos. Si Walmer Pacheco está feliz, festejando el carnaval, es porque el Junior le vale poco o no le vale.

Si no sientes en carne propia lo que pasa en el equipo donde trabajas, en el que te paga millones, el que te trajo confiado en que podrías ser una estrella acá, estás en la olla y en esa olla también sumas al Junior completo porque todo lo que pasa alrededor de un jugador impacta al equipo.

Si Pacheco estaba retozando con su niño (como dice) debió poner la foto de él con su niño. El niño no se ve por ninguna parte. Se ve es lo que él quiso mostrar: una cara feliz, como de payaso sonriente, con la lengua afuera, muerto de la risa, mientras Junior corría en Pasto tratando de lograr un primer triunfo después de once partidos sin ganar, cosa que finalmente no pudo lograr.

Cuando se ponen las fotos en las redes sociales, para mostrar lo que se quiere mostrar, esas fotos se vuelven de dominio público porque la única razón que se tiene para publicarla es mostrarle al mundo el estado ánimo de la persona que lo hace.

Porque si no la hubiera publicado, por supuesto que nadie se hubiera enterado y él, lo hizo para eso, para que nos enteráramos que estaba feliz y contento mientras sus compañeros, que corrieron y trataron, quedaban frustrados con una nueva derrota en Pasto.

Esas aclaraciones, como la que intentó Walmer Pacheco, terminan ensombreciendo más las situaciones.

Antes que el festejo, antes que la foto en carnaval, debiera preguntarse por qué no fue a Pasto, debiera preguntarse por qué no rinde como sí lo hizo en Equidad y por qué ya nadie lo pide para la Selección Colombia cuando, antes, hasta la misma prensa (a la que no le quiso aceptar preguntas) lo pedía como, por ejemplo, lo hice yo múltiples veces.

En el largo ejercicio del periodismo me he acostumbrado a que cuando ponderas a alguien, porque haces las cosas bien, jamás recibes un gracias como respuesta. Que de verdad no se espera.

Pero no bien le haces ver la cruda realidad de su comportamiento, de su bajo rendimiento, del mal momento que vive o sus errores te convierten en “enemigo”.

Entonces salen a “desmentir”, a “aclarar”, a dar explicaciones chimbas que confirman que, efectivamente, algo no está bien.

No hay afecto hacia el Junior, no hay sentido de pertenencia. No es que se obligue a “que amen al Junior” pero sí que respeten a la institución que les da trabajo con salario millonario y a una hinchada fiel que siempre está esperando lo mejor de ese jugador.

Que finalmente a Walmer y a todos se traen porque son jugadores de fútbol y no “vedettes” de las redes sociales. Es que aparecen más en las redes que en el terreno de juego.

En las redes felices, en los partidos haciendo infelices a quienes siguen al equipo…

Barranquilla
Miércoles 22 de febrero, 2023

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