Pelotas y Letras | Por Hugo Illera | Junior y la lámpara de Aladino

Que buen ejemplo están dando tanto Chicó como Alianza Petrolera, equipos chicos que le han peleado a los grandes la posibilidad de acceder a la final de la Liga.

Son equipos que han maximizado la capacidad para encontrar buenos jugadores sin gastar altas sumas de dinero y la capacidad de aguatar los momentos no tan buenos para dejar trabajar a sus técnicos, ambos desde el 2021, Mario García y Hubert Bodhert.

Trabajando desde el 2021 también está José Flabio Torres, el DT de Pasto, posicionado por encima de Águilas que fue el gran equipo del Calendario Todos contra Todos.

La fórmula es la misma: aguantar al técnico para que haga un trabajo a mediano o largo plazo y conseguir jugadores en el mercado secundario, de esos que no son promocionados, y que resultan rendidores.

Hablo de los venezolanos de Chicó, del Castillo, Alfonso, Plazas, Soto y Peña y el argentino Aleo.

De los jugadores de Alianza como el arquero barranquillero Chunga de primer nivel, el uruguayo Bueno o el colombo salvadoreño Gil.

Y de los ecuatorianos de Pasto, Arce y Escobar y de jugadores que pasaron por Junior sin mayor suceso como Roa y Moreno.

Todo esto para centrarnos en el Junior de Barranquilla, en la dificultad para mantener a  los técnicos y el drama de cada seis meses para traer jugadores que rindan.

Junior siempre se centra en jugadores conocidos, que medio se destacan en algún torneo, que se encarecen al escuchar el apellido Char, que se llenan los bolsillos y se olvidan de jugar al fútbol.

La importancia de llamarse Junior se vuelve un lastre en épocas de contrataciones, porque ven en Junior a la lámpara de Aladino…

Barranquilla
Junio 13, 2023

Comparte si te gustó

Share on twitter
Share on facebook
Share on whatsapp
Share on telegram
Share on pinterest
Share on email
Share on print