Pelotas y Letras | Por Hugo Illera | Sale el sol y es la misma tragedia…

Junior es un equipo enrevesado, difícil de entender. En la derrota 1×0 ante el Tolima vimos ese equipo que corre desbocado y piensa poco. Es como atacado, por eso se desperdician las llegadas al arco. No se está jugando al fútbol como al comienzo de la Liga sino es recibir el balón y correr. No hay quien maneje los tiempos, los espacios y pueda administrar las situaciones de partido a través de la lectura de lo que está pasando en el juego.

“Mis jugadores corrieron”, dijo el Profe Arias y es cierto. Pero correr y correr sin pausa lleva a un desgaste que es aprovechado por el rival. Y más si comenzaste perdiendo con gol tempranero. Sería más saludable escuchar “mi equipo jugó al fútbol, fue equilibrado en defensa y ataque, y aprovechó las ocasiones de gol”.

Junior corre y corre en ataque y el equipo se parte abriendo espacios aprovechados por el rival utilizando el contra ataque. Corren los laterales, corre uno de los dos volantes defensivos hacia adelante, corren los volantes externos, corren como si hubiera “fuego en el 23”. Entonces el equipo se desbalancea entre los que corren para llegar al arco a botar goles por desbocados y los que quedan “por allá” lejos, generalmente un volante de primera línea y los dos zagueros centrales.

Junior no piensa, corre. Junior no juega, corre. Junior corre y bota goles. Junior corre y corre y se va disminuyendo físicamente. Rematadores a puerta sin pierna son rematadores sin fuerza. El que corre y corre no piensa.

Por eso a los corredores de Fórmula 1 les indican todo desde los boxes y debe mirar, siempre, la computadora a bordo. Sino, saldría volando. El caballo que corre y corre en el hipódromo debe tener un jinete, sino se llevaría por delante lo que va encontrando a su paso. Es que Junior no es un equipo de atletismo de Jamaica sino jugadores de fútbol.

Hay un jugador que juega y piensa que es Paiva. El tema del paraguayo es que, siendo tan buen jugador, él mismo se convierte en su principal rival porque juega tensionado, como preocupado, con cara de mal humor, no disfruta y eso lo hace vulnerable.

El otro es Teófilo, pero para jugar 90 minutos, ya no está.

Lo del Junior desbocado se ve en la Data. 15 remates, 5 a puerta, 3 rechazados, 0 goles. Improductividad total. De la misma manera, si Junior tuvo ocasiones de gol, como declaró el Profe Arias, el Tolima también las tuvo.

De qué sirve a Junior la posesión del 54%, con 413 pases, 336 buenos, si tuvo 10 remates dentro del área desviados y, si finalmente, perdió el juego. Eso se llama ineficiencia.

Pues si se compara con el Tolima que tuvo menos posesión 46%, menos remates 9, menos remates a puerta 3, y triunfó 1×0, evidentemente el equipo Pijao fue eficaz y ganador.

El Junior confiable se quedó en la primera parte del calendario Todos x Todos. En esta segunda, ha ganado 1 de 5 partidos con 2 empatados y 2 perdidos jugando como nave al garete. O sea que está viviendo de esos ahorros cuando ganó 6 partidos, tres de ellos consecutivos, con 2 empates y 1 derrota (fea con Millonarios, a propósito).

Y en Copa, Junior ha padecido para superar, vía penaltis, a dos equipos de la B y, está a punto de ser eliminado por el América más discreto de los últimos tiempos.

Hubo movimientos en la nómina para jugar ante los americanos para enfrentar a Tolima porque “es la Liga la que interesa” ya que “estamos casi clasificados a Sudamericana por vía de la Reclasificación”. Eso es una actitud mezquina y nada buena con la hinchada. Junior debe jugar para ganar, pero no para ganar únicamente  partidos, sino para ganar Estrellas y Copas. Ahora estamos a punto de quedarnos sin el pan y sin el queso en esta última.

Y para utilizar el eslogan oficial del cuerpo técnico y el plantel de jugadores del Junior, “el sol volvió a salir este domingo” pero Junior volvió a perder, ya no es líder, ni equipo sólido, ni confiable, como al comienzo.

Evidentemente el sol está falseando al Junior. Esperemos que con la luna les vaya mejor… 

Barranquilla
Octubre 5, 2025