Causa tristeza enterarse que durante la celebración del sábado anterior por la consecución del título de la LIGA DE CAMPEONES DE LA UEFA por parte del Paris Saint-Germain, grupos de mal llamados hinchas del equipo parisino protagonizaran hechos violentos en la capital francesa.
Digo que es triste porque pienso que para un aficionado verdadero el hecho de celebrar un logro, de esta magnitud no significaría violencia o desordenes en las calles, o todo aquello que la televisión internacional nos mostró durante las horas y días posteriores al evento, situaciones estas que jamás se deben mesclar con algo tan bello como lo es el deporte no importando cual sea la disciplina, y menciono esto último porque hay quienes dicen que hay deportes más pasionales que otros.
Esto puede sonar muy purista, pero el deporte es alegría fiesta y no debería servir para enmascarar a personas o colectivos, que creen que al enfundarse una camiseta o portar cualquier otra prenda de cualquier institución deportiva, pueden cometer cualquier tipo de desmán y de esta forma según ellos expresar su supuesta alegría, esto no hace más que demostrar una vez más la perdida inmensa de valores, por la cual está atravesando la humanidad donde lo cual se refleja en todas las actividades humanas, incluso en algo tan bello y festivo como lo es el deporte y las diferentes competencias que se derivan de este.
Por eso estoy plenamente convencido apreciado lector, que cuando usted al igual que yo asiste u observa cualquier competencia más allá cualquiera sea el resultado final de esta se gane o se pierda se va a disfrutar, y a apreciar algo que es de nuestro gusto por eso me reitero y les pido disculpas por ser tan repetitivo el deporte tiene que ser alegría y no violencia.
Y por dicha razón las únicas luchas que se deben dar en buena ley, por supuesto entre los competidores de las distintas disciplinas deportivas y en los diferentes escenarios donde estas se desarrollen.
© Oscar Tobón
