Columnista Invitado

El opinómetro del avestruz | Billy Chams

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Por ÓSCAR TOBÓN
La columna de esta semana quiero dedicarla a un personaje que hizo mucho por el boxeo de nuestro país don Billy Chams Salum, para muchos entendidos en materia boxística el mejor promotor del llamado deporte de las narices chatas que ha tenido Colombia.

A Chams Salum no tuve el privilegio de tratarlo personalmente, pero gracias a su generosidad y la de su esposa Tuly quien actuó como intermediaria entre los dos, pude hacer un perfil periodístico sobre su tía, la poetisa Meira Del Mar, el cual me sirvió como trabajo de grado para de esta manera poder cumplir uno de mis sueños, razón por la cual me atrevería a decir que don Billy no solo promovió pugilistas, también hizo lo mismo con un futuro comunicador social.

Dejando atrás esa anécdota personal, con el paso del tiempo he comprendido porque este barranquillero de origen libanés  fue tan exitoso en el mundo del boxeo,  y le pudo entregar a nuestro país  15 títulos mundiales a través de los puños de sus manejados, y el buen trabajo que el realizaba fuera del cuadrilátero garantizándoles un buen futuro  económico y personal a los integrantes de su cuerda, como me lo a  asegurado en múltiples conversaciones su viuda y siempre que charlamos del tema ella cita dos casos puntuales el de Fidel Bassa e Irene “Mambaco” Pacheco, lo cual muestra a las claras que lo de Chams se puede calificar como una labor social, otra razón más diría yo que  fue parte de su éxito.

Otra anécdota que reafirma lo anteriormente expuesto, por quien    escribe la cuenta el colega y amigo Estewil Quesada, en su libro RELATOS MÁS ALLÁ DEL RING. En una de sus crónicas, Quesada cuenta como Chams ayudó a conseguir el dinero para que Jorge Eliecer Julio, pudiera viajar a las olimpiadas de Seúl en 1988 y pudiera colgarse una presea de bronce.

Por eso al conmemorarse el 1 de abril, día de su natalicio y el 31 de marzo fecha en la cual Chams Salum tuvo su último asalto en este mundo, creo justo hacerle un breve homenaje   a un hombre que por cuestiones de la vida no pudo traer un hijo al mundo, pero que a través de un deporte tan rudo como es el boxeo pudo tener muchos de ellos, y alrededor de estos formar una gran familia que aún hoy recuerda su legado.