Columnista Invitado

El Mundial con 64 equipos, un acierto en lo económico y un error en lo futbolístico

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Recientemente he escuchado que existe la propuesta que el Campeonato Mundial de fútbol del 2030 se realice con 64 selecciones nacionales, debido a que esta será la Copa Mundial del centenario y se quiere que gran parte de los países asociados a la FIFA disputen el torneo para celebrar dicho acontecimiento.

Ahora bien, no se puede desconocer que al organizar un torneo con una mayor cantidad de seleccionados participantes, los ingresos económicos para la entidad rectora del fútbol mundial serian aún más altos en cuanto a venta de derechos de transmisión, patrocinios y venta de entradas a los diferentes partidos de la cita orbital incluso las economías de España, Portugal, Marruecos, Uruguay, Argentina y Paraguay naciones escogidas para albergar el certamen se verían impactadas de forma positiva en muchos aspectos.

Pero, a pesar de los múltiples beneficios que traería un evento diseñado para 64 equipos, hay un ítem que la propuesta anteriormente mencionada parece olvidar y que para todos aquellos que nos gusta este deporte, es el elemento más importante de esta clase de competiciones, como lo es el nivel técnico pues a mi modo de ver esto afectaría de manera nociva la calidad futbolística. de la competencia puesto que al elevar el número de países participantes se estaría erróneamente sacrificando cantidad, por calidad y esto a la larga también redundaría negativamente en el producto final, que sería consumido por la enorme cantidad de aficionados con que cuenta esta disciplina deportiva alrededor del planeta tierra.

Inclusive este fenómeno se podría empezar a observar a partir del próximo campeonato mundial, que se celebrará en territorio norteamericano en el verano del 2026, cuando se dispute por primera vez en la historia de las copas del mundo un formato de competencia con 48 selecciones nacionales, ya de por si es un número excesivo de participantes para quien escribe estas líneas.

Y que ojalá el experimento del próximo año le sirva a la dirigencia del balompié universal para que pueda comprender que en este tipo de competiciones, hay que guardar un equilibrio por así decirlo entre lo económico y lo técnico donde lo uno sea aliado de lo otro.