Columnista Invitado

El Opinómetro del Avestruz | Por Óscar Tobón | 20 años después

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En Colombia los amantes al tenis recibimos con alegría, la noticia que dos raquetas nacionales estarán presentes en el cuadro principal de un torneo de Grand Slam, en la rama femenina más exactamente en el abierto francés o Roland Garros, este hecho no se presentaba desde 2005 cuando Fabiola Zuluaga y Catalina Castaño lo hicieran en el abierto de los Estados Unidos.

Ahora 20 años después la cucuteña María Camila Osorio y la antioqueña Emiliana Arango lo harán esta vez sobre la arcilla francesa, con lo cual se demuestra el gran nivel del también llamado deporte blanco en nuestro país en este momento en cuanto a la rama femenina se refiere.

Porque, aunque aficionados y público en general posan su mirada en este par de figuras, también se viene trabajando de muy buena forma en la formación de nuevos valores, por citar dos casos específicos Mariana Higuita oriunda de Sabanalarga en el departamento del Atlántico y la bogotana Valentina Medioreal, esta última incluso ya ha sido convocada para representar a Colombia en la Bllie Jean King Cup el equivalente a la Copa Davis en varones.

Lo cual no hace más que corroborar que el buen momento que viven Osorio y Arango en la elite del tenis mundial, no es producto del azar sino del buen trabajo realizado en la base.

Que debería llevarnos a pensar y con justa razón diría yo, que en muy poco tiempo estaremos celebrando aún más triunfos de los que ya nos han brindado las mencionadas Osorio y Arango, pues estamos ante una generación dorada que nos ha demostrado que si se puede competir y ganar en el más alto nivel.

Cuando se trabaja no solo la parte técnica sino la mental, como ya lo he mencionado anteriormente en una de las columnas que publique en este espacio

Por eso no les ha de extrañar que aunque es difícil, pero no imposible estas raquetas las veamos disputando instancias definitivas en las canchas parisinas, y así seguir demostrando que nuestro tenis puede y tiene con que mantenerse en lo más alto de tan bella disciplina deportiva.

© Por Óscar Tobón