Columnista Invitado

El Opinómetro del Avestruz | Por Óscar Tobón | Un Papa entre el béisbol y el tenis

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Cuando el reloj marcaba las 12 y 23 minutos del mediodía del miércoles 8 de mayo, asomo al balcón central de la Basílica de San Pedro el nuevo sucesor de Pedro, para mi sorpresa unos minutos antes el cardenal protodiácono anuncio  en latín el nombre secular del elegido, mi sorpresa fue mayúscula cuando supe que sería el cardenal estadounidense Robert Prevost pues nunca imagine que un purpurado de esa nacionalidad llegara a dirigir la iglesia católica.

Mayor fue mi interés por el ahora llamado León XIV, cuando entre aquella avalancha de información que fluía de los distintos medios de comunicación a nivel mundial, se emitió una reseña que daba a conocer el gusto del nuevo pontífice   por dos disciplinas deportivas, que para este columnista son muy queridas como lo son el tenis de campo y el béisbol.

Cosa que me demuestra que el deporte está presente en todos y cada uno de los ámbitos de la vida, pues a través de estos se puede enseñar muchas cosas para que la sociedad no caiga en la maldad y el odio, sino que aprenda los valores que deja la práctica del deporte en especial los dos anteriormente mencionados.

En cuanto al tenis por lo que he podido averiguar el santo padre lo ve como un   vehículo para enseñar disciplina y concentración aparte de los beneficios físicos que esto conlleva por supuesto.

Mientras el béisbol así lo siento su santidad lo lleva muy arraigado en su corazón, podría decirse que este hombre proveniente de Chicago lo percibe como parte de su identidad cultural, basta ver aquella fotografía donde se le observa disfrutando un juego de sus queridas Medias Blancas.

Por ese motivo no me ha de extrañar que León XIV, tome al deporte como herramienta para tender puentes de diálogo y buena convivencia en todas partes del mundo y así de esta forma intentar conseguir la paz que tanto anhelamos.

© Por Óscar Tobón