La Conmebol abrió una investigación por insultos racistas denunciado la noche del martes por el jugador colombiano de Independiente de Santa Fe Hugo Rodallega en el juego que disputó en su visita al Gimnasia y Esgrima de La Plata (1-0) por la Copa Sudamericana.
«La Conmebol está contra todo tipo de discriminación y ha aumentado inclusive las penas para combatir el racismo en el fútbol», expresó una fuente de la organización deportiva.
Responsables del comité de disciplina tomaron de inmediato cartas en el asunto y abrieron un expediente, confirmó la fuente consultada por la AFP este miércoles.
Rodallega dijo que lo trataron de «mono» y de «negro» durante unos incidentes al final del primer tiempo cuando fueron expulsados el local Felipe Sánchez y Wilson Moreno, del cuadro visitante.
La denuncia del exinternacional llega en un momento de preocupación a nivel mundial por el racismo en el fútbol a causa de los ataques que recibió el brasileño Vinicius Jr del Real Madrid en el partido que jugó su equipo ante el Valencia la semana pasada.
«Es una tristeza que vengamos aquí (a Argentina) y pase esto. No digo que perdimos (el partido) por la gente pero el tema del racismo ya cansa», se lamentó Rodallega en declaraciones a la transmisión oficial.
«Que te llamen mono, que te llamen negro, es una falta de respeto. Nos pasó a todos ahí», se quejó el jugador colombiano.
En coincidencia, con la consigna «basta de racismo», la Conmebol lanzó hace un año (mayo de 2022) una campaña de concientización para frenar el racismo en el fútbol.
«Conmebol no acepta actos de racismo. Los mismos no tienen cabida en el fútbol sudamericano», advirtió entonces la organización.
El compromiso se reforzó con el cambio en el Artículo 17 del código disciplinario que amplió la sanción a los actos discriminatorios.
Cualquier jugador u oficial que insulte o atente contra la dignidad humana de otra persona o grupo de personas «será suspendida por un mínimo de cinco partidos o por un periodo de tiempo mínimo de dos meses», subraya una de las sanciones.
La multa contra el club responsable aumentó de 30.000 a 100.000 dólares.
Asimismo, el órgano judicial competente puede imponer la sanción de jugar uno o varios partidos a puerta cerrada o disponer el cierre parcial del estadio.
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