La remontada del Real Madrid al Bayern Múnich llegó con polémica a bordo. Todo sucedió cuando transcurrían 13 minutos del tiempo añadido, cuando inicialmente el árbitro polaco Szymon Marciniak había dado 9 minutos.
Un pelotazo para Noussair Mazraoui, fue señalado inicialmente por Tomasz Listkiewicz (juez de línea No. 1) como fuera de lugar y el árbitro central accedió a la señal del banderín arriba de su asistente y sonó su silbato para declarar offside. Los defensores del Real Madrid quedaron estáticos y Matthijs de Ligt anotó ante un quieto arquero Lunin.
El reclamo de los jugadores del Bayern Múnich no se hizo esperar, ya que sintieron que les fue anulado un gol legal.
Sobre el hecho en cuestión, todos coinciden que hubo error en el procedimiento. El juez de línea No. 1 debió terminar la jugada y, en caso de gol, levantar la banderola.
En otra cosa que se coincide es que si el árbitro pitó, no hay gol ya que la jugada se finalizó.
“Esta decisión es un desastre absoluto. Debe dejar seguir la jugada hasta el final. Es la regla, más aún cuando es una jugada de gol y que está al límite. El primer error es del juez de línea, el segundo es del árbitro”, declaró el DT Thomas Tuchel.
La polémica sigue abierta…
