Se debió a la apertura imprudente de una puerta por parte de fuerzas de seguridad según declaró el Ministro Camerunés de Deportes
AFP | Yaundé
La avalancha que causó ocho muertos el lunes en Yaundé antes de un partido de la Copa de África de Naciones (CAN) de fútbol se debió a la apertura “imprudente” de una puerta por parte de las fuerzas de seguridad “ante una marea humana”, declaró el viernes el ministro camerunés de Deportes. “Esta entrada fue momentáneamente cerrada por las fuerzas del orden ante la avalancha de espectadores, cuando otras puertas estaban operativas”, explicó Narcisse Mouelle Kombi a la prensa.
“Ante la presión y desbordados por esta marea humana, los miembros de la seguridad procedieron de manera imprudente a la apertura de la entrada Sur, provocando una gran avalancha” que desembocó en la tragedia, añadió.
Entre los ocho fallecidos hubo dos mujeres y un niño.
El ministro reconoció igualmente que “el número de fuerzas de seguridad era insuficiente”. Culpó igualmente a la presencia de vendedores de entradas falsas o ya utilizadas, y de hinchas sin entrada, para justificar ese flujo desmesurado hacia la puerta Sur.
Un día después de la tragedia, que provocó también 38 heridos, el presidente de la Confederación Africana de Fútbol (CAF), Patrice Motsepe, había anunciado el desplazamiento del duelo de cuartos de final previsto el domingo en el estadio Olembé al segundo estadio de la capital, el Ahmadou Ahidjo.
Anunció también que la CAF no permitiría jugar en el estadio Olembé, el principal de Yaundé, otros partidos si las autoridades camerunesas no le presentaban antes del viernes un informe tras investigar lo ocurrido.
Motsepe había indicado ya el martes que la avalancha estaba relacionada con el cierre de una de las vallas de un acceso a los estadios, que consideró “inexplicable”.
“Si esa puerte hubiera estado abierto como tendría que haber estado, no hubiéramos tenido el problema que tenemos ahora, esas pérdidas humanas. ¿Quién cerró esa puerta? ¿Quién es el responsable de esa puerta?” , se preguntó ante los periodistas