AFP | Londres, Reino Unido
El futbolista francés Benjamin Mendy, absuelto el año pasado de acusación por violación y agresión sexual, ganó el miércoles su proceso laboral contra su exequipo Manchester City, al que reclamaba el impago de salarios.
Mendy pidió 11,5 millones de libras (cerca de 15 millones de dólares) al City, que dejó de pagarle entre su detención provisional en agosto de 2021 y el final de su contrato en junio de 2023.
El exinternacional con los ‘Bleus’, actualmente jugador del Lorient en segunda división francesa, podrá recibir la mayor parte de su salario impagado, dictaminó el tribunal laboral de Mánchester. El montante deberá ser calculado entre Benjamin Mendy y el Manchester City, o determinado por una audiencia externa si no llegan a un entendimiento.
Según el dictamen, el futbolista está «autorizado a recuperar una parte pero no la totalidad de la suma reclamada».
«Hoy, el tribunal laboral ha dado la razón a la mayor parte de mis peticiones contra el Manchester City Football Club por salarios impagados», reaccionó en la red social X el jugador.
«Luego de tres años de espera, espero que el club actúe ahora de manera honorable (…) para que pueda por fin pasar página de este doloroso capítulo de mi vida», añadió.
Durante el período en el que no estuvo en detención provisional, el jugador se encontraba «preparado y deseoso» de trabajar pero «se le impidió hacerlo», dijo la jueza Joanne Dunlop.
En enero de 2023, un tribunal absolvió a Mendy de seis casos de violación y otro de agresión sexual. En julio del mismo año, en otro proceso, fue declarado inocente de un séptimo caso de violación y de una acusación de intento de violación.
En octubre, ante el tribunal de lo social, el jugador reconoció que tuvo que aceptar dinero de excompañeros del Manchester City para hacer frente a los gastos judiciales y al mantenimiento de su hija.
Luego de que se presentasen cargos contra el jugador, el club inglés dejó de pagar su salario de 500.000 libras mensuales (653.000 dólares), argumentando no tener por qué hacerlo, ciñéndose para ello a las condiciones de su contrato y a la suspensión por parte de la Football Association, que dejaba a Mendy sin posibilidad de ejercer su trabajo como jugador.
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