Por LIZETH TORRES CONSUEGRA
19 de diciembre de 2004, Estadio Atanasio Girardot de Medellín… se jugaba el partido de vuelta de la Gran Final del Fútbol Colombiano entre Atlético Nacional y Junior de Barranquilla. El conjunto rojiblanco, que ese día le tocó lucir un uniforme azul y amarillo, que se usaba de entrenamiento por orden del árbitro Óscar Julián Ruiz, aduciendo que los colores rojiblanco y verde se confundían (?) en la transmisión de televisión, llegaba con ventaja 3×0 gracias al triunfo en Barranquilla con goles de Leonardo Rojano (17’ PT), Hayder Palacios (29’ ST) y Roberto Peñaloza (35’ ST).
Al Atanasio no le cabía un alma, el conjunto verdolaga quería hacer sentir la presión de su hinchada con la convicción de remontar esa goleada sufrida días atrás en el Estadio Roberto Meléndez. Era la segunda final consecutiva que jugaba el local, la primera la había perdido con Deportivo Independiente Medellín.
Como DT del Junior estaba Miguel Ángel “El Zurdo” López, veterano del banco Tiburón. En frente, su colega Juan José Peláez.
Con el pitazo inicial de Óscar Julián Ruiz, comenzó el asedio de Atlético Nacional y a los 16’ del PT llegó el primer gol. El venezolano Jorge Rojas centró al área y un cabezazo de Edixon Perea venció al samario Luis Fernández para el 1×0. Se desató, entonces, la locura en el Atanasio.
El segundo gol cayó 5 minutos después. Nuevamente Jorge Rojas centró y, por la misma vía aérea, Aquivaldo Mosquera venció a los zagueros del Tiburón y a Luis Fernández para que el Nacional pusiera el 2×0.
El local se adueñó del partido mientras que, en Junior, todo era confusión. Sin embargo, a los 36’ del primer tiempo, una falta en mitad de cancha cobrada por Omar Pérez fue bajada con la cabeza por Francisco Marcial Alvear y Martín Arzuaga, con el olfato goleador que caracterizó al “Toro de Becerril”, dejó quieto a Milton Patiño con toque de pie derecho para el 2×1. Un resultado que bajó la marea para el conjunto rojiblanco.
En el segundo tiempo, Nacional siguió atacando al Junior. A los 14’ del ST, nuevamente Aquivaldo Mosquera anotó para el local, luego de un cobro de tiro de esquina, y su cabezazo se metió por el palo que custodiaba Fernández. 3×1 y nuevamente la diferencia en el global pasaba de 2 a 1 solo gol.
Cuatro minutos más tarde se igualó la serie. Un potente remate de Héctor Hurtado dejó sin opciones al guardameta del Junior y la amplia diferencia, con la que llegó Junior al Atanasio, se esfumó.
Y, para enredar más las cosas, cayó el quinto gol de Nacional para redondear la remontada. Pelotazo al área del Junior y Héctor Hurtado cabeceó para el 5×1.
Todo era festejo en el Atanasio y desolación en Barranquilla. En la transmisión de Caracol Radio Barranquilla, Hugo Illera quería conocer las reacciones en las distintas estaciones de Caracol del país. Pidió el sonido de Caracol Medellín y todo era fiesta. Luego pasó a Todo Fútbol y sonaba el jingle de Águila Roja en la parte que decía “Felicidad” festejando la época de navidad. Con la rabia del momento, Illera dijo “Aquí no hay ninguna felicidad”. Lo que nadie se esperaba, fue lo que pasó a los 43:09 del segundo tiempo.
Emerson Acuña mandó un centro desde la izquierda. Cristian Racero (QEPD) se tiró en palomita para cabecear pero el balón fue rechazado por Milton Patiño. El argentino Walter Ribonetto llegó como una exhalación por el costado derecho y con su pie bendito metió el balón al arco para el 5×2. Todos fueron corriendo a abrazar a Walter Ribonetto quien se vistió de héroe. Giovanni Castro, narrador de Caracol Barranquilla, gritó desaforado el gol. Desde la capital del Atlántico, Hugo Illera lo hizo también. En el fondo, se escuchaba un silencio sepulcral, el baldado de agua fría cayó en el Atanasio y la confusión se mudó al conjunto verdolaga.
Los minutos fueron pasando. Todo era disputa entre Junior y Nacional hasta que Óscar Julián Ruiz dio el pitazo final y llegaron los penales.
Los jugadores del Junior quedaron tirados en el piso. El “Zurdo” miraba de un lado a otro hasta que localizó a Luis Fernández. Se acercó al guardameta, le pidió inteligencia en los lanzamientos del rival para luego darle palmadas a su cara y pecho.
Por los lados de Nacional, Sachi Escobar, AT de Peláez, era el de la voz cantante. Alejado de él, el DT Juan José Peláez tomaba agua. Unos caminaban, otros se agarraban la cabeza. Se notaba el desconcierto en todos. Es que por 20 minutos, Nacional era el Campeón del 2024 – II. Lo cruel es que, los que estaban en el banco lucían, desde el quinto gol, la camiseta de Nacional campeón.
Antes de los penales, Hayder Palacios se fue al banco del Junior. A su lado, José Hugo Illera. Los dos se unieron en una oración para pedir por la 5ª estrella del Junior.
Llegó la hora de los penales. Comenzó a cobrar Humberto Mendoza y anotó ante la reacción tardía de Fernández.
Turno para Omar Pérez, el argentino engañó a Milton Patiño y empató la serie.
El siguiente fue Aquivaldo Mosquera, autor de dos goles, y el defensor no falló.
Por Junior llegó Emerson Acuña. El Piojo remató cruzado, mientras que Patiño se fue al otro lado y la serie iba 2×2.
El venezolano Jorge Rojas fue el encargado del tercer cobro verdolaga. Aunque Luis Fernández adivinó, no pudo con el potente remate.
Ante la extrañeza de muchos, Francisco Marcial Alvear fue el tercero en cobrar por Junior. El defensor cobró tan bien que dejó como una estatua a Patiño.
Y llegó Juan Carlos Ramírez. El paisa cobró al palo derecho de Fernández. El samario se avispó y adelantó dos pasos para taparle el cobro. El silencio nuevamente hizo su aparición en el Atanasio. Luis Fernández pasó de villano a héroe y gritó, señalando a sus compañeros: “Heeey, se los dije. Se los dije”.
Ahora le tocaba al responsable de forzar a los lanzamientos desde el punto penal Walter Ribonetto. Desde Barranquilla, Hugo Illera hacía una promesa: “Si anota, voy a hacer una estatua a Ribonetto”, mientras que el argentino tomaba una larga carrera para rematar duro y arriba del arco de Patiño.
Se venía el último cobro de Nacional. Si Oswaldo Mackenzie, el autor del gol del título Tiburón del 93, fallaba o nuevamente tapaba Luis Fernández, Junior se consagraba Campeón. Si convertía, toda la responsabilidad recaía en el cobrador visitante. El Zurdo López no podía más de la tensión, caminaba de un lado a otro. Mackenzie cobró y dejó quieto a Fernández que solo atinó a ver como entraba el balón.
El Zurdo estaba a punto de crear una zanja en el banco técnico de tanto caminar, mientras que Martín Arzuaga se dirigía al arco sur del Atanasio. Lo que para muchos es una caminata larga y tensa, para el oriundo de Becerril fue tranquila. Aplaudía y cantaba la primera estrofa de “Matilde Lina” ante la recriminación de sus compañeros, quienes estaban con los nervios de punta y arrodillados en la mitad de la cancha.
Arzuaga dejó el balón en el punto penal y se fue a tomar impulso. Sonó el pitazo de Óscar Julián Ruiz y vino el disparo de Arzuaga… duro, arriba, adentro del arco para dejar quieto a Milton Patiño.
Así como quedó quieto el arquero verdolaga, quedaron quietos, mudos y llorosos los asistentes al Atanasio. Solo se escuchaba una leve algarabía.
Los jugadores del Junior se abalanzaron sobre Martín Arzuaga. Fidel García, en ese entonces fotógrafo oficial del Tiburón, tomaba imágenes para la posteridad, mientras que, a sus espaldas, Milton Patiño caminaba despacio con el peso de la derrota. El “Zurdo” con la expresión tranquila de ser Campeón, abrazaba a su asistente David Pinillos y al resto del cuerpo técnico.
Luego la premiación, todos con gorros navideños ante un vacío Atanasio que pasó de la fiesta al llanto. Barranquilla era un carnaval. La móvil de Caracol, conducida por Domingo Fontalvo (QEPD) se dirigió a la fiesta, tanto que terminó siendo bautizada como el “Borrachomóvil”.
La transmisión de Caracol Radio, comandada por Hugo Illera, terminó cuando el piloto del avión que trajo al Junior le dijo, en una comunicación exclusiva, “estamos en Barranquilla”.
Para muchos, esta es considerada la mejor final de la historia del Fútbol Colombiano y tienen razón. En aquel 19 de diciembre de 2004, Junior pasó del Infierno a la Gloria de la 5ª estrella.
PD
Recordamos el Staff de Caracol Radio de aquella gloriosa tarde Giovanni Castro López, Hugo Illera, Fabio Poveda, Camila Chain, José Hugo Illera, Gabriel Jessurún, los técnicos Domingo Fontalvo (+), Kike Noguera y Gustavo Menco, Catering Elipo, alimentos, refrescos y bebidas alcohólicas.
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