Por LIZETH TORRES CONSUEGRA
Y el milagro no se dio… si bien es cierto que Junior de Barranquilla hizo su trabajo al ganar 2×0 al Atlético Huila, las victorias del Deportivo Independiente Medellín y Deportivo Pasto sentenciaron una eliminación que estaba más que cantada.
No sirvieron los goles de Vladimir Hernández (48’ PT) ni de Carlos Sierra (41’ ST). El autogol de Envigado para favorecer a Pasto fue el colofón de un semestre catastrófico para el Tiburón.
El inicio de partido fue muy malo para Junior. Tal es así que Atlético Huila parecía que era el necesitado por entrar a los 8. Incluso pudo irse arriba en el marcador con un autogol de Alfonso Simarra, pero el VAR sentenció que Gustavo Britos estaba en fuera de lugar.
El primer gol tiburón llegó a los 48’ del PT con un remate de Vladimir Hernández. Ese resultado, más la victoria de Envigado sobre Pasto 1×0 tenía a Junior en el séptimo lugar.
Mientras Junior disputaba el segundo tiempo, los oídos del banco técnico estaban tanto en Bogotá como en Pasto. El empate del cuadro volcánico bajaba al Tiburón del octavo lugar y en ascuas. Un gol de Equidad o del mismo Pasto sacaba al Junior. Y esto último pasó… un autogol de Jhon Banguera sacó al Junior del G – 8.
A los 41 del segundo tiempo, Carlos Sierra marcó el 2×0. Tarea cumplida por Junior. Era esperar el milagro, pero todo se derrumbó con el pitazo de Nicolás Gallo en el Estadio Libertad.
Junior terminó noveno con 28 puntos, a uno del Deportivo Pasto. La confirmación de un fracaso de semestre. Junior no quedaba eliminado hace 6 años. Lo de la noche del miércoles fue la culminación de varios factores… la mala campaña de Arturo Reyes, refuerzos que no dieron la talla dejarse empatar del Unión Magdalena cuando ganaban 2×0, un penal fallado por Luis “Chino” Sandoval, perder con dos de los coleros, actos de indisciplina en el momento menos indicado, no ganarle al Pereira en la penúltima fecha. Todo se resume en una sola palabra… ¡Fracaso!
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