Junior de Barranquilla

Lo de siempre, el técnico se va y los jugadores que no rinden se quedan

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Por HUGO ILLERA
Es posible que, cuando usted lea esta nota, Bolillo Gómez haya informado a los señores Char que se va del Junior. La eliminación de anoche en el Metro a manos del Cúcuta Deportivo fue el último acto que lo llevó a esa decisión.

Todas las cosas que le pasaron durante su estadía en el club le fueron acercando a una decisión que es lo más sano viendo a un equipo sin alma, sin ganas, sin combatividad, sin nivel, sin el más mínimo esfuerzo.

El colofón de anoche fue la presencia del juvenil John Vélez en la rueda de prensa después del partido. ¿Dónde estaba el capitán? ¿Dónde estaban los referentes? ¿Dónde estaban los que mandan a hacer pancartas en contra de la prensa? La ausencia de ellos fue la confirmación que no querían a Bolillo, que le cobraron el haber tomado decisiones que fueron acordadas con los dueños del club.

Ni para dar la cara, después de la eliminación. Desvergonzados escondiéndose detrás del jugador más joven que apenas inicia su carrera deportiva.

La labor de Bolillo se vio afectada por el tema “Chino” Sandoval, por la salida de Viera, por la imprudencia del médico “Sabio Caldas” Fernández revelando intimidades de la lesión de Bacca, por el beso de Judas que le dio Quinterito y el terrible nivel de los jugadores a los que, y se pudo volver a corroborar anoche frente al Cúcuta, les da igual ganar, empatar o perder, si juegan o no juegan, en esencia les importa un reverendo el Junior de Barranquilla.

Nada nuevo bajo el sol. Se va el técnico, quedan los jugadores, vendrá otro entrenador y dentro de poco volveremos a hablar de ese entrenador que se va.

Dizque la mejor nómina del país. Será la más costosa porque le major nómina es la que gana campeonatos, con jerarquía, mostrando superioridad en todas las plazas y en todos los campeonatos.

Esa “perrateada” que les pegó el Cúcuta Deportivo quedará como una de las derrotas más humillantes en la historia del Junior de Barranquilla.

Yo creo que por el bien de Bolillo alejarse del Junior es una acertada decisión. Hernán tiene una hoja de vida que, ni medianamente podrán lograr, esos que hicieron todo lo posible para que se fuera sin importar el fracaso y las pérdidas económicas del club. Del mismo club que les paga millones.

Desvergonzados. Debieran devolver de su salario el valor de los abonos y de las boletas de los aficionados que van a apoyarlos pensando que siempre darán su máximo esfuerzo y se tienen que regresar a casa con el peso de las derrotas y el ridículo de un equipo que hace cuatro años no volvió a ganar nada…

© Diario Deportes
© Junior de Barranquilla