Acá los apartes de la entrevista de Sebastián Viera a Junior Play.
Sus inicios como arquero en Uruguay
Yo soy de Florida, a 100 kilómetros de Montevideo. Se juega al fútbol, pero no profesional. A los 12 años me viene a buscar Nacional y con mi familia. Viajaba en bus 4 veces a la semana, hacíamos un sacrificio enorme. A los 13 años me fui a vivir en la pensión de Nacional, que quedaba en la parte de abajo del Estadio Parque Central. Tengo mucha historia ahí, me formé como jugador, como persona, como hombre. Ahora veo a mi hijo Máximo que tiene 12 años y me veo ahí. Yo con 12 años iba a la capital en bus solo, que para mi era un cambio grande. Caminaba 14 cuadras solo e iba a jugar al mejor equipo de Uruguay. Después, a los 13 años, iban muchos chicos a probarse, llegaban 13 a 14 arqueros y siempre quedábamos los mismos 2 en todas las categorías. Era una tensión muy grande, unos desafíos muy grandes y tuve que afrontar muchos desafíos que me puso la vida de un momento a otro.
El papel de su familia en su formación
Mi padre fue un pilar fundamental. Desde los 5 años me comenzó a entrenar, a los 8 años comencé a trabajar en los fundamentos. Mi padre era un arquero técnico, me inculcó la disciplina a carta cabal. Mi hermano iba conmigo, pero se iba llorando. Yo me quedaba llorando, pero seguía entrenando. Ahí aprendí la disciplina y que sin sacrificios no conseguía nada. Hubo cambios muy rápidos. Fui el primer niño con 13 años en llegar a la pensión de Nacional.
El sacrificio de quedarse en la pensión de Nacional de Montevideo
En Nacional teníamos horarios. Conocimos la sencillez, el sacrificio. En una habitación nos quedábamos 3, uno de ellos es padrino de uno de mis hijos. Ahí vivimos 4 años y fuimos los niños más felices. Si tuviera que vivir, lo viviría de nuevo. Ahí me hice, fue el mejor aprendizaje. La vida es dura, cometemos el error de enseñarle a nuestros hijos que mostrarle que la vida que es fácil, pero cuando la enfrentas es duro.
La diferencia entre lo vivido en su época y la actualidad
Estamos en otra época, no teníamos celular, usábamos tarjetas telefónicas. Era un sacrificio comunicarte y conectarte con tu familia. Yo llore noches y decía que me quería ir. Hubo gente que me aguantó, mi mamá y mi papá que me apoyaron en todo. También amigos en Nacional y así me fui curtiendo. Hoy en día es diferente, no queremos que a nuestros hijos no les falte nada, que no vivan lo mismo que nosotros y a veces nos equivocamos. Vivimos en una época en donde tratarnos como lo hacíamos antes o hablarnos como antes no se puede, sería fuerte emocionalmente para los chicos. A veces quiero meterme, pero Sara (su esposa) me detiene. Ella lee mucho y los resultados le da la razón a ella.
Su vida en España y en Barranquilla
En España me manejaba diferente de acá. Será porque era más joven y no me importaba nada, terminaba el partido y me desligaba, tanto para lo bueno como para lo malo. Una vez jugamos contra el Barcelona, jugamos bien, fui la figura, ganamos ese partido y me llamaron de una radio uruguaya. Me preguntaban como estaba, si estaba festejando y contesté no estoy acá planchado la ropa, la estoy sacando de la secadora y estoy planchando. La gente cree que por un resultado u otro está teniendo una actitud. Yo traté de ser un poco neutro. Ahora que tengo familia, cuando llego a mi casa me desconecto, estoy con mis hijos. Pero en Barranquilla es un poco más duro o mejor. Cuando ganas es espectacular, muy bueno. Pero cuando pierdo, y se lo digo a Sara, es duro. En otros lados estás tranquilo una semana hasta el otro partido. Pero acá te vas para tu casa, al día siguiente tienes que ver al que cuida el parqueadero de tu edificio y está con la cara larga. Llevas a los niños al colegio, a la guardería y te hablan del partido. No puedes salir porque te hablan del partido. Entonces hasta el próximo partido que no ganas o juegas bien, la gente se acuerda del último.
La relación con los medios
No me contamino, no miro, no estoy pendiente de lo que dicen de mí. Yo se cuando estoy bien o cuando estoy mal. Yo se lo que hago, soy autocrítico. Pero no me dejo contaminar, ni me dejo llevar cuando hablan bien de mi o cuando las cosas salen bien. Yo soy de los que creo que todo pasa, tanto lo bueno como lo malo. Cuando estás arriba tratar de hacer las cosas bien para mantenerse. Pero cuando las cosas van mal, procurar que esa curva baja pegue rápido y suba. Para todo hay que tener inteligencia y capacidad para enfrentarlo.
Su preparación ad portas del retiro
Hace dos años estoy trabajando con Santiago (entrenador personal), por que no me sentía muy bien. Vi que hacía entrenamiento personalizado a arqueros en Uruguay. Hablé con él, comencé a conocer como era su trabajo. Entreno con él tres veces por semana, complementando lo que hago en Junior. Tengo 40 años, para mi es un orgullo llegar a esta edad como estoy. Cuando tenía 32 años, dije que iba a estar hasta los 35, que no me veía mal. Llegaron los 35, los 36, y así fui siguiendo. Me siento feliz como llego. Le doy gracias a Dios por llegar sano, compitiendo.
Su futuro
Hace 3 años estoy organizándome, estoy organizando todo para cuando llegue el día del retiro. El jugador tiene una vida hasta cuando deje de jugar y otra cuando haya decidido dejar. He estudiado para hacer mánager deportivo, estoy estudiando para hacer periodismo. Comencé a estudiar para ser DT, pero no me apasionó, no me gustó. Mi papá es director técnico, tiene una vida estresante y no le dedica mucho tiempo a la familia. Se divorció de mi mamá y yo no quiero eso para mi vida. Y es normal, mi papá va de un lado a otro y yo quiero estar con mi familia. Yo desde los 12 años yo dejo a mi familia y ahora que tengo la mía, quiero disfrutarla. Tengo 4 hijos que son jóvenes y los quiero aprovechar y con la carrera de ser DT sería lo mismo. Veo a mi padre, se dedica y se apasiona mucho. Pienso que para hacer eso, tienes que hacerlo bien. Hace años estoy preparando lo que quiero hacer.
Estoy estudiando periodismo porque estoy abarcando todo lo que se trate con el deporte. Abrir todas las puertas que pueda y dedicarme a eso. Para el año que viene, no se todavía. En Junior tengo contrato hasta diciembre, vamos a respetarlo. Y después veremos que hacemos. Estoy tranquilo, contento y estoy preparado. Puede ser aquí, puede ser poniendo un centro de alto rendimiento. Tengo varias puertas abiertas en el cual puedo seguir haciendo lo que amo.
Siento nostalgia, pero cada vez menos. Hace un par de años estábamos jugando finales. Salíamos de la Sede al hotel y dije miércoles pensar en un día y no estaré más. Me dio una melancolía, me puse a llorar y dije trataré que esto pase más adelante. Pero hoy en día estoy muy tranquilo con la decisión que voy a tomar. Cada vez estoy más cansado, por más que me apasione el fútbol que siempre quiera estar. Para vivir como yo lo vivo, tengo que estar 100% apasionado y la lucecita cada día está más apagada. Yo llegaré a diciembre con esa vela prendida, pero cuando se tenga que apagar, la apago yo, soplo y la doy por terminada.
La lesión y suplencia
Tomo con total naturalidad que esté en la banca, es normal, no me preocupa. Estoy recuperándome de una lesión, vamos a ir probando a ver como va evolucionando mi pie. Después del partido vs. Unión sentí un dolor fuerte en el quinto metatarsiano, me asusté, me hicieron resonancia, tenía toda la parte inflamada del quinto, llena de líquido. Esperamos una semana, no se iba el dolor, me infiltré la semana pasada. Antes del partido vs. Chicó, probé y no pude terminar el entrenamiento. He parado desde el partido de Chicó, en las próximas horas, pienso volver a entrenar y ayudar en lo que pueda al equipo. Estoy contento, hemos sacado resultados importantes. Jefferson lo ha hecho muy bien. Yo estoy en una etapa de mi carrera y de mi vida en la que no estoy pensando cosas que capaz está pensando otra gente. Yo estoy para sumar y vivir este año con felicidad, para disfrutarlo, quiero terminar el año bien, ojalá siendo campeón. Terminar mi carrera, como la merezco y feliz de sentir como siento ahora que hice las cosas bien.
Su habilidad para cobrar tiros libres
Nosotros íbamos ganando 1×0, cobran la falta y el zaguero de ellos pega un pelotazo y el balón llega a mi y fui corriendo para adelante. Cuando la pongo, digo lo tengo que hacer, además venía entrenando hace 6 meses. Pero cuando esa pelota iba al aire, se me hizo eterno. Yo no sabía como festejar. Ese fue el más importante, por que te abre la puerta a todo lo que viene. Tenía el aval de los técnicos, pero a Comesaña no le gustaba mucho.
Su relación con el “Bolillo” Gómez
El profe Bolillo me gusta, es de los de antes, te dicen las cosas como son. Trabaja con metodología de antes, la de ahora es buena, pero lo de antes no se puede perder y hay que hacerlo. El trabajo táctico, el orden del equipo. Me gusta su metodología, tiene un buen manejo de grupo, puedo hablar tranquilamente con él. Fue como yo me crie, me siento cómodo y a gusto.
Las críticas que le afectan
Siempre dicen cuando a mi me sacan o cuando las cosas no andan bien, dicen Viera tiene problemas con el técnico. Inventan cosas y eso a mi me hace daño. Me formaron y me criaron de una forma que la persona es lo importante. Que hablen mal de mi persona por algo que se inventaron, a mi me duele. Justo ese día que se jugó con Nacional, René me dijo que quería mi camiseta. Con René tengo una linda relación, y como yo no iba le mandé la camiseta diciendo que era para René. El profe (Bolillo) dijo para mí, y le respondí ya la tuya la tengo firmada.
© Diario Deportes
© Junior de Barranquilla