DIARIO DEPORTES/Indianápolis
Crónica del Juego 4
Los Pacers quedaron 3×1 arriba en la Serie Final de la Conferencia Este de la NBA venciendo 130×121 a los Knicks la noche del martes en Indianápolis.
Los Pacers, impulsados por una actuación estelar de Tyrese Haliburton y el apoyo de su público, aprovecharon su profundidad y ritmo vertiginoso para tomar el control de la serie frente a unos Knicks que, a pesar de la lucha, no encontraron respuestas para detener el vendaval ofensivo de Indiana.
Haliburton, el maestro del triple-doble
Tyrese Haliburton fue la gran figura del partido, entregando una actuación histórica con 32 puntos, 12 rebotes, 15 asistencias y 4 robos, sin cometer un solo turnover.
Se convirtió en el primer jugador en la historia de los playoffs de la NBA en lograr un triple-doble de 30+ puntos, 15+ asistencias y 10+ rebotes sin pérdidas.
Haliburton fue el motor de los Pacers, orquestando el ataque con pases precisos y anotando en momentos clave, incluyendo un clutch 3-pointer que mantuvo a raya a los Knicks en el tercer cuarto.
Siakam y la profundidad de Indiana
Pascal Siakam fue el complemento perfecto, aportando 30 puntos con una eficiencia notable (11 de 21 en tiros de campo, 3 de 4 en triples). Su capacidad para atacar el aro y castigar desde media y larga distancia desarmó la defensa neoyorquina. Desde el banquillo, Bennedict Mathurin añadió 20 puntos, reforzando la profundidad de los Pacers, que tuvieron a seis jugadores en dobles dígitos.
La ofensiva de Indiana, conocida por su ritmo y movimiento de balón, fue letal: anotaron 42 puntos en el último cuarto y terminaron con 29 asistencias y un 51.1% en tiros de campo. El equipo también dominó en transición, capitalizando los 17 turnovers de los Knicks, que resultaron costosos.
Los Knicks, en apuros pese a Brunson
Jalen Brunson lideró a los Knicks con 31 puntos y 5 asistencias, pero no fue suficiente para contrarrestar el ataque de Indiana. Karl-Anthony Towns añadió 24 puntos y 12 rebotes, mientras que Mikal Bridges contribuyó con 17 puntos.
Sin embargo, Nueva York sufrió con su defensa en la segunda mitad, permitiendo a los Pacers anotar 102 puntos al final del tercer cuarto y mantener el control del partido. Los Knicks, que tuvieron un récord de 51-31 en la temporada regular, no lograron ajustar su estrategia ante el pick-and-roll constante de Indiana, y los errores no forzados en el pase los condenaron.
Este juego marcó la segunda vez en estos playoffs que Nueva York pierde a pesar de anotar 120+ puntos, un hecho sin precedentes en la historia de la franquicia.
Claves del partido
Ritmo y transición
Los Pacers, fieles a su estilo, dominaron en transiciones rápidas, aprovechando robos (11) y pérdidas de los Knicks. Su ofensiva promedió 126.6 puntos por 100 posesiones en la serie, la segunda mejor marca en unas finales de conferencia en los últimos 29 años.
Profundidad de Indiana
Con siete jugadores promediando dobles dígitos en la temporada y un banquillo que aporta 35.7 puntos por juego en los playoffs, los Pacers desgastaron a los Knicks, cuyos titulares, como Brunson (38:58 minutos) y Bridges (45:07), jugaron minutos extenuantes.
Ausencia de Nesmith
Aunque Aaron Nesmith, clave en juegos anteriores, estuvo limitado tras su esguince de tobillo en el Juego 3, los Pacers no perdieron el ritmo, gracias a las contribuciones de Haliburton, Siakam y Mathurin.
La serie y lo que viene
Con esta victoria, los Pacers toman una ventaja de 3-1 en la serie, un déficit que ninguna franquicia ha remontado en las Finales de la Conferencia Este desde 1981.
Indiana regresa al Madison Square Garden para el Juego 5 el jueves 29 de mayo, con la oportunidad de cerrar la serie y avanzar a las Finales de la NBA por primera vez desde el 2000.
Los Knicks, por su parte, enfrentan una situación crítica: necesitan que Brunson y Towns eleven su nivel, ajustar su defensa en el perímetro y reducir errores para mantener viva su esperanza de llegar a las Finales, algo que no logran desde 1999.
Conclusión
Indiana huele la gloria
Los Pacers están a un paso de hacer historia, liderados por un Tyrese Haliburton en modo superestrella y un equipo que combina juventud, profundidad y un estilo de juego vertiginoso. Los Knicks, aunque resilientes, están contra las cuerdas tras otra derrota dolorosa.
El Juego 5 en Nueva York será una batalla de vida o muerte, con los fantasmas de remontadas pasadas (los Knicks lograron tres come backs de 20+ puntos en estos playoffs) aún presentes, pero la tarea luce titánica.

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