AFP | Serre-Chevalier
Un emblema del Tour el 14 de julio, día de la fiesta nacional francesa. El Alpe d’Huez regresa a la ‘Grande Boucle’ luego de cuatro años de ausencia, en una duodécima etapa que presenta uno de los recorridos más clásicos del Tour de Francia, entre Briançon y la estación de Oisans.
Galibier, Croix-de-Fer, Alpe d’Huez, el tríptico de colosos de categoría especial forma parte de la leyenda del Tour. Como ejemplo, la llegada a este último de Bernard Hinault y del estadounidense Greg LeMond, codo con codo, en 1986.
El Galibier, el punto a mayor altitud de esta edición de la ronda gala, a 2.642 metros, se subirá por segunda ocasión en dos días (23 kilómetros al 5,1%), aunque por la vertiente del Lautaret, la menos empinada.
El largo descenso hacia Maurienne precede a la interminable Croix-de-Fer (29 km al 5,2%), otro puerto emblemático, seguido de un descenso sin fin hacia el valle de la Romanche.
Pero aún quedará un tramo duro, los 13,8 kilómetros al 8,1% de pendiente media a lo largo de las famosas 21 curvas numeradas que llevan a la meta en el Alpe d´Huez.
Cuatro años después de la victoria del británico Geraint Thomas el Tour regresa a la legendaria subida, y 70 años del pues de la victoria del ‘campionissimo’ Fausto Coppi.
Salida de Briançon a las 11h05 GMT (lanzada a las 11h20 GMT), llegada al Alpe d’Huez sobre las 16h08 GMT si se respeta la velocidad media calculada a 34 km/h.