Una contrarreloj de 40,7 kilómetros en el Lot (sur) separa a los supervivientes del Tour de Francia de la capital París, el sábado en la 20ª y penúltima etapa.
El recorrido une Lacapelle-Marival con Rocamadour, uno de los grandes enclaves turísticos de la región y que supone también una parada obligatoria para los peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela.
“El recorrido, en sí mismo, no es extremadamente difícil”, considera el director de carrera Thierry Gouvenou sobre la crono más larga desde 2014 (54 km entre Bergerac y Périgueux).
“En los diez últimos kilómetros hay dos verdaderas subidas, la última, la subida a Rocamadour, tiene casi un 8% de pendiente media a lo largo de un kilómetro y medio. El final es temible, en un marco magnífico”, añade el responsable de la carrera.
Al igual que Lacapelle-Marival, Rocamadour recibe al Tour por primera vez en 109 ediciones de la ‘Grande Boucle’.
La salida del maillot amarillo, el último corredor en partir, está prevista a las 15h00 GMT, tras la que acometerá aproximadamente 49 minutos de esfuerzo en solitario, según las previsiones de los organizadores.
© AFP | Cahors