Ciclismo

Comienza la 18ª carrera Strade Bianche 2025

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Por Marcelo Hernández
Ciclismo Internacional

Es hora de volver a disfrutar de una de las carreras más vistosas del año, todo un espectáculo de paisajes, colinas y caminos de tierra que en su corta existencia se ha convertido no solo en ícono de las clásicas sino en una de las favoritas de la afición y en un premio muy codiciado por diversos tipos de corredor: la Strade Bianche.

La ruta
Los caminos de tierra de Toscana se han convertido en menos de dos décadas en uno de los escenarios más vistosos y más esperados del ciclismo profesional con esta competencia, no obstante los organizadores continúan buscando aumentar la exigencia.

Para la edición anterior se incrementó la longitud total del recorrido añadiendo tramos de sterrato cerca del final, y para este año se han aumentado los km de carreteras blancas (que le dan en italiano su nombre a la competición) con la adición de un segmento más para totalizar 81 km de carretera destapada. Se mantendrá el circuito final antes de entrar a Siena con el cual se atraviesan dos veces los tramos en subida de Colle Pinzuto y Le Tolfe.

Desde la línea de partida transcurrirán solo 14 km para que inicien los segmentos de sterrato que a partir desde ahí no paran, de hecho el tramo más largo de camino pavimentado en todo el día es de aproximadamente 24 km y además viene con trampa ya que incluye la subida más larga del día: la de Montalcino, que se corona a 150 km de meta.

En definitiva, es un recorrido hecho para probar los límites de la fortaleza de los corredores.

Como en toda Clásica hay varios puntos clave en el recorrido pero también la probabilidad de que pasen cosas importantes en otras partes insospechadas de la carrera. Tomando en cuenta esto, vemos que el primer punto importante es precisamente la subida a Montalcino, que está lejos de meta pero en la que los equipos pueden ir ya perdiendo corredores.

Más adelante aproximadamente a unos 100 km de meta llega el tramo 8 de sterrato, el de San Martinio in Grania, que va casi todo cuesta arriba y que es otro sector que va a ir seleccionando al grupo principal.

Pero el gran parte aguas de la carrera es el sector de Monte Sante Marie que comienza a unos 84 km de meta e incluye rampas bastante desafiantes, aún más sobre camino de tierra. Es aquí donde Tadej Pogacar atacó el año pasado para lanzarse en su épica cabalgata de más de 80 km en solitario.

Casi no hay territorio llano en esta competencia, ya sea sobre pavimento o sobre sterrato, lo que irá minando las fuerzas y la capacidad de persecución de los equipos. Todo esto enmarcado dentro de los hermosos paisajes de la Toscana.

A unos 50 km a meta se subirán por primera vez los dos tramos que ya mencionábamos antes: Colle Pinzuto y Le Tolfe, sectores cortos pero con pendientes pronunciadas donde también muchos ciclistas pueden sufrir, aún más la segunda vez que se suban que será dentro de los últimos 15 km de competición.

Y finalmente está la pintoresca y brutal subida final, ya dentro del centro histórico de Siena, de Via Santa Caterina, cuando queden unos pocos cientos de metros a meta. Esta empinada recta es clásica de esta competición y es donde, de llegar dos o más corredores juntos a este punto, se dará el duelo final por la victoria.

La llegada en la Piazza del Campo es uno de los espectáculos más bonitos de la primavera ciclista.

© Ciclismo Internacional
© Foto Stade Bianche