AFP | Roma
El esloveno Tadej Pogacar (UAE) conquistó este domingo la Tirreno-Adriático por segundo año consecutivo, al término de una semana de carrera que dominó por completo para confirmar su impresionante inicio de temporada.
El ganador del Tour de Francia ya había arrasado en la ‘Strade Bianche’ hace una semana.
La clasificación general de la «Carrera de los dos Mares» no sufrió modificaciones este domingo tras la 7ª y última etapa, ganada al esprint por el alemán Phil Bauhaus (Bahrain) en el litoral del Adriático, en San Benedetto del Tronto.
Pogacar, de 23 años, conservó su corona con autoridad, sólido en la contrarreloj individual inaugural (3º) y sin rival para imponerse en las dos etapas más difíciles, el jueves en Bellante y después el sábado en las pendientes de Monte Carpegna, donde había brillado Eddy Merckx durante el Giro de Italia de 1973.
A menos de una semana de la clásica Milán-San Remo, el primer ‘Monumento’ del año, el nuevo ‘caníbal’ del pelotón cuenta ya con siete triunfos en su haber este curso después de haber brillado en el UAE Tour (dos etapas y la victoria final) y haber volado en los caminos de ‘sterrato’ de la ‘Strade bianche’.
«Como equipo realizamos un gran trabajo, estoy muy contento por ganar», comentó el doble ganador del Tour de Francia, justo antes de recibir de nuevo el tridente de Neptuno que lo acreditó como vencedor de la prueba.
«No quiero comparar mis victorias en la Tirreno-Adriático. Las dos son bonitas y llegaron tras un gran trabajo de todo el mundo en el equipo. Mi forma se parece a la que tenía hace un año y no está lejos de mi forma en el Tour de Francia».
