Ya vencedor en la jornada inaugural, la belga Tim Merlier ganó este lunes al esprint la segunda etapa de la París-Niza, en Bellegarde, al término de una jornada marcada por varias caídas.
El ciclista del Soudal Quick-Step se impuso en una larga recta por delante del francés Emilien Jeannière (TotalEnergies) y sigue al frente de la clasificación general.
La jornada estuvo marcada por las caídas, convertidas en el pan de cada día de los corredores en un deporte cada vez más rápido y peligroso.
Entre los que se fueron al suelo, Florian Senechal, sumergido en una caída múltiple, que tuvo que ser evacuado con el brazo derecho en cabestrillo y una posible fractura de clavícula.
El ciclista francés tiró la bicicleta y se rompió a llorar tras este nuevo accidente después de una temporada 2024 ya arruinada por las lesiones.
La temporada pasada, marcada por los graves accidentes de Jonas Vingegaard y Remco Evenepoel en la Vuelta al País Vasco, había puesto la seguridad en el centro de los debates.
Muchos corredores, pero también organizadores abogan desde entonces por ralentizar las bicicletas o limitar los desarrollos, mientras la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha establecido un sistema de tarjetas amarillas para castigar a quienes se comportan de manera peligrosa.
«Todo el mundo recibe el mismo consejo por el auricular para colocarse al frente y evitar problemas. Pero el ancho de la carretera es limitado y si nadie deja espacio, se acaban encontrando corredores en el suelo», analizó el danés Mads Pedersen, quien no logró disputar el esprint, como el primer día.
Incluso Merlier, el ganador del día, fue al suelo en la caída colectiva de Senechal.
«En un momento se volvió extremadamente tenso, no sé por qué. Yo logré frenar pero alguien me chocó. Escuché algo romperse, era mi rueda trasera. Pero está bien, nada grave», dijo el belga.
El incidente efectivamente no impidió al corredor del Soudal Quick-Step acelerar hacia la 56ª victoria de su carrera.
«Me parece que es la primera vez en mi vida que gano con un maillot de líder, es un sentimiento especial», reaccionó el ciclista de 32 años.
La tercera etapa, el martes, será la primera gran cita para los corredores destinados a pelear por la general: una contrarreloj por equipos de 28,4 km entre el circuito de Magny-Cours y Nevers.
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