AFP | St Andrews
Saint Andrews, la localidad escocesa considerada la cuna del golf, albergará a partir del jueves la 150ª edición del British Open, en la que el norirlandés Rory McIlroy parte como uno de los principales favoritos a ganar la Claret Jug, considerada el “Santo Grial” de este deporte.
Se espera la asistencia de 290.000 personas en los cuatro días de competición, lo que sería un récord en el torneo de golf más antiguo del mundo y que se disputará en esta localidad de la costa escocesa por 30º ocasión.
El buen tiempo que se prevé durante toda la semana en St Andrews podría deparar una edición histórica del British Open, en momentos en los que el golf vive uno de sus momentos más agitados por la creación de un circuito paralelo, la LIV Series, financiado por los petrodólares de Arabia Saudita.
Los jugadores que se han unido a este proyecto han sido autorizados por los organizadores a participar en el British Open, al igual que hicieron hace un mes los responsables del US Open, pese a que los dos grandes circuitos existentes, el norteamericano (PGA Tour) y el europeo (DP World Tour) reaccionaron para sancionar a los jugadores ‘rebeldes’.
Esto significa que algunas de las mayores estrellas de este deporte, como el español Sergio García y los estadounidenses Brooks Koepka, Bryson DeChambeau, Dustin Johnson y Phil Mickelson estarán todos en el ‘tee’ del hoyo 1 el próximo jueves.
Otro de los grandes atractivos del torneo y máximo favorito al triunfo para los apostantes será McIlroy, el exnúmero 1 mundial que quiere acabar con una sequía de ocho años sin conquistar ninguno de los cuatro grandes torneos del año.
“Creo que es el ‘Santo Grial’ de nuestro deporte. No mucha gente tiene la oportunidad de ganar el British en St Andrews”, declaró el norirlandés de 33 años el martes, ganador de este torneo en 2014 en Hoylake (cerca de Liverpool) y que no pudo defender su corona un año después en la cuna del golf al lesionarse en un tobillo mientras jugaba al fútbol.
“No puedo entrar pensando que debe ser mi momento. Solo salir y jugar realmente un buen torneo”, aseguró.
– ‘Un lugar mágico’ –
McIlroy compartirá la primera ronda el jueves con Collin Morikawa, vencedor del British el año pasado en Royal St George’s de Sandwich (sudeste de Inglaterra) y de Xander Schauffele, ganador del Abierto de Escocia el pasado fin de semana.
Pero la lista de aspirantes al título es larga, sobre todo entre el numeroso grupo de estrellas norteamericanas, comenzando por el número 1 mundial, Scottie Scheffler, y el ganador en 2017 del British Open, Jordan Spieth.
“Si no te apetece jugar este Open, no estoy seguro que este sea el deporte adecuado para ti”, aseguró Spieth en la previa del martes, cuando la fuerte brisa que soplaba en St Andrews recordó a los jugadores uno de los grandes desafíos que este campo puede presentar a los golfistas.
Últimamente se dice que el campo de St Andrews se ha vuelto demasiado fácil para los golfistas, pero ‘The Old Course’ sigue cautivando a los profesionales de este deporte.
La principal complicación seguirá siendo el hoyo 17, un Par 4 conocido como ‘The Road Hole’, uno de los más difíciles de este deporte ya que el jugador deben enviar su bola desde el ‘tee’ por encima del Old Course Hotel.
Jack Nicklaus, que ganó dos de sus tres British Open en St Andrews, fue nombrado esta semana “ciudadano de honor” de una localidad que la leyenda estadounidense calificó de “un lugar mágico”.
– Woods ataca a los ‘rebeldes’ –
Entre el grupo de estrellas norteamericanas estará también Tiger Woods, ganador del torneo en St Andrews en 2000 y 2005, pero que a sus 46 años y uno después de sufrir un grave accidente de coche, no aparece a priori entre los aspirantes.
“Durante la mayor parte de mi rehabilitación, solo esperaba poder volver a caminar”, admitió Woods, que hace un mes tomó parte en el US Open como preparación para el ‘British’.
“No sé cuántos ‘Open Championships’ me quedan en St Andrews, pero quería venir a éste”, añadió un Woods que admitió que “nunca volveré a jugar una temporada entera, mi cuerpo no me lo permitiría”.
Por otro lado, Woods criticó abiertamente a los jugadores que se han pasado al bando de las LIV Series. “Estoy en desacuerdo. Creo que lo que han hecho es dar la espalda a aquello que les permitió llegar a la posición en la que están”.
Mientras las LIV Series ofrecen premios de 25 millones de dólares en cada uno de sus torneos (de tres días, es decir, 54 hoyos por los 72 habituales), el ‘British Open’ repartirá 14 millones de dólares.
McIlroy también espera que el cheque para el vencedor del torneo no acabe en manos de uno de los ‘rebeldes’, que en el futuro podrían ser excluidos de los ‘majors’.
“Egoistamente, para mí, sí (sería mejor que no ganara un rebelde), pero creo que también sería mejor para este deporte”, dijo el norirlandés.
En el campo en el que Severiano Ballesteros logró uno de sus mayores triunfos (el ‘British Open’ de 1984), las principales esperanzas del golf español recaerán en Jon Rahm, tercero el año pasado a cuatro golpes de Morikawa.