La selección argentina de rugby perdió por 26-23 frente a Inglaterra en el partido por la tercera plaza del Mundial de Francia-2023, disputado este viernes en el Stade de France de las afueras de París.
El sábado se jugará la final en el mismo escenario, entre Nueva Zelanda y Sudáfrica. El equipo que gane se convertirá en el primer tetracampeón de la historia.
Con esta derrota, los Pumas cierran su participación mundialista con el 4º puesto final, igualando el resultado de 2015, sin poder igualar su techo, el bronce logrado en 2007 también en Francia.
Sin el carisma ni seguramente la brillantez en el juego de aquella generación de 2007, con Pichot, Juan Martín Hernández, Contepomi, Albacete o Ledesma, el equipo entrenado por el australiano Michael Cheika logra una meritoria cuarta plaza y mantiene al rugby argentino entre los primeros del mundo.
Una de las incógnitas a despejar en el futuro inmediato es, precisamente, la continuidad del estratega australiano, que acaba contrato tras el Mundial y aún no ha decidido si continuará dirigiendo a los Pumas o no.
“A finales de año iré a Argentina y hablaremos con la UAR (federación argentina). Vamos a ver qué es lo mejor para el equipo en los próximos años (…), pero estoy muy tranquilo porque sé que tomaremos la mejor decisión. Y siempre querré que este equipo gane, lo llevaré en el corazón”, declaró Cheika en conferencia de prensa.
– Juego aéreo –
En los primeros minutos, la consigna de Cheika parecía clara: alejar el peligro con patadas largas a la zona enemiga y, de paso, rehuir el combate con la ruda pero eficaz delantera inglesa, la que tantos problemas creó a los sudafricanos en semifinales.
Pero el planteamiento no salió como el estratega australiano quería, ya que en cada reagrupamiento, los ingleses forzaban el penal, con un Owen Farrell, intratable.
Además, a los 7 minutos, Ben Earl se filtró entre la defensa de los Pumas y logró la primera conquista del partido.
Al cuarto de hora de partido, los ingleses dominaban 13-0, aunque es cierto que los argentinos habían renunciado a un par de penales claros a palos por intentar sumar más puntos.
Pasado el ecuador, y viendo que le muro inglés era infranqueable, Emiliano Boffelli aseguró los tres primeros puntos, lo que pareció dar alas a los Pumas, que minutos después ejecutaron la mejor combinación ofensiva hasta ese momento y el medio scrum Tomás Cubelli, sorprendiendo a la defensa inglesa en un ruck a escasos dos metros de la zona de marca, logró el primer try para Argentina (m.35).
Boffelli no falló y convirtió el 16-10 a favor de la Rosa con el que se llegó al descanso.
– Fallo de Sánchez por el empate –
La remontada argentina llegó nada más comenzar la segunda parte: Santiago Carreras recibió a unos 30 metros del ingoal y tras zafarse de dos tackles y romper la cintura del último defensor, apoyó entre palos y Boffelli convirtió para poner a los Pumas por primera vez por delante (16-17 m.42).
Poco duró la alegría albiceleste: en la siguiente jugada, el hooker Theo Dan tapó la patada defensiva del propio Carreras y el rebote favorable le permitió anotar el segundo try de su equipo (23-17, m.45).
El partido no se parecía en nada al encuentro cerrado y poco vistoso que ambos equipos jugaron hace 50 días en Marsella (triunfo inglés por 27-10) y ninguno de los dos ahorró una gota de sudor en busca del tercer puesto.
Al duelo de pistoleros entre Farrell y Boffelli se les unió a la hora de juego Nicolás Sánchez, quien seguramente en uno de sus últimos servicios a los Pumas colocó el 26-23 con el que se llegó a los últimos diez minutos de partido, pero erró el penal que hubiese significado el empate cinco minutos después.
Y a los Pumas ya no les quedaba aire para un último zarpazo.
“Vi frustración y lágrimas sinceras (en los jugadores). Queríamos volvernos con la medalla pero no se dio. El deporte es así a veces”, lamentó el medio scrum Tomás Cubelli.
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