El tenista español Carlos Alcaraz afronta la última gran batalla del año en el Abierto de Estados Unidos frente a Novak Djokovic, el vigente campeón, y Jannik Sinner, protagonista de un enorme escándalo por el doble positivo del que fue absuelto.
Alcaraz y Sinner, los jóvenes jefes del circuito, se han repartido triunfos en los tres anteriores torneos de Grand Slam de la temporada, pero el insaciable Djokovic se presentará el lunes en Nueva York reactivado por su victoria en los Juegos Olímpicos de París este mismo mes.
“Este tipo de rivalidades que tengo con Jannik y Carlos son el tipo de enfrentamientos que todavía me brindan esa alegría de la competencia y me inspiran a esforzarme realmente para perfeccionar el juego”, dijo Djokovic.
A sus 37 años, el astro serbio sigue empeñado en agrandar su histórico palmarés y romper el empate actual con Margaret Court para alcanzar un récord absoluto de 25 coronas de Grand Slam.
El último de esos éxitos de Djokovic ocurrió en la pasada edición de Nueva York, donde necesita defender su estatus de campeón para no terminar su primer año sin títulos grandes desde 2017.
Para ello Djokovic tratará de explotar la confianza que le dio batir a Alcaraz en la pelea por su primer oro en los Juegos de París.
Al español, en cambio, el US Open puede servirle para resarcirse de aquella enorme decepción olímpica y para coronar 2024 como el mejor año de su fulgurante carrera.
Con sus éxitos en Roland Garros y Wimbledon, la joya de El Palmar ambiciona un tercer título grande consecutivo a sus 21 años. La oportunidad se le presenta además en Nueva York, un escenario muy especial después de que en 2022 abriera allí su vitrina de cuatro Grand Slams.
Alcaraz espera recuperar la magia de sus memorables noches neoyorquinas y olvidar los sinsabores de París, de dónde se marchó sin medalla en los dobles con Rafael Nadal y sin el oro individual.
Pocos días después fue apeado en su estreno en el Masters 1000 de Cincinnati y por primera vez se le vio destrozar una raqueta contra la pista de rabia.
“A cada torneo que voy quiero ganar y el US Open es un torneo muy especial para mí. Tengo muchísimas ganas pero no por lo que pasó en Cincinnati, eso ya lo tengo borrado”, aclaró Alcaraz, que el sábado se retiró de un entrenamiento por una torcedura de tobillo de la que esperaba recuperarse completamente para su debut.
– El escándalo del número uno –
Alcaraz sólo se encontraría con Djokovic si ambos alcanzan la final, pero antes podría afrontar unas explosivas semifinales contra su gran rival generacional, Jannik Sinner.
De los tres favoritos, el italiano es el que mayor preparación ha tenido en pista dura, con triunfo incluido en Cincinnati la semana pasada.
Sinner, no obstante, acapara los focos de Nueva York por motivos no deportivos, después de que esta semana se revelara que dio positivo en dos controles antidopaje el pasado marzo por los que ha sido exculpado.
El ganador del pasado Abierto de Australia alegó que las pequeñas cantidades detectadas de clostebol, un anabolizante derivado de la testosterona, procedían de su fisioterapeuta, quien utilizó un aerosol de venta libre para tratarse un corte en un dedo y contaminó al tenista al aplicarle masajes.
El caso no se hizo público hasta el pasado martes, cuando se anunciaron los resultados de una investigación que determinó que Sinner “no cometió ninguna falta o negligencia”.
“Obviamente, es un alivio”, dijo el italiano el viernes. “En mi mente sé que no he hecho nada malo”.
El escándalo, en cualquier caso, generó indignación entre algunos compañeros que apuntan a un posible trato de favor hacia el número uno mundial.
Más allá del ‘Big 3’ actual, otras figuras como el alemán Alexander Zverev y el ruso Daniil Medvedev también pugnarán por salir vencedores de la final del 8 de septiembre.
La delegación latinoamericana estará encabezada por los argentinos Sebastián Báez (21º de ATP) y Francisco Cerúndolo (29º) y el chileno Nicolás Jarry (26º).
– Swiatek, Sabalenka y Gauff –
En la rama femenina, la joven estadounidense Coco Gauff defenderá título frente a favoritas como la polaca Iga Swiatek y la bielorrusa Aryna Sabalenka, las dos primeras del ránking de la WTA.
Gauff, de 20 años, no consiguió mantener el impulso de su brillante victoria de 2023 y este curso se quedó fuera de las finales de Grand Slam y muy lejos del podio olímpico.
A la caza de su primer triunfo en Nueva York, Sabalenka parece llegar en la mejor forma después de imponerse en Cincinnati sin ceder un solo set, incluida una victoria en semifinales ante Swiatek.
La española Paula Badosa, de su lado, tratará de dar otro paso en una recuperación que la ha llevado a escalar más de 100 puestos en la clasificación mundial desde mayo.
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