Frente a una cancha llena con más de 8.000 aficionados, el tenista argentino Diego Schwartzman disfrutó este lunes de un emotivo último partido en el Abierto de Estados Unidos, en una jornada en la que tres compatriotas avanzaron a segunda ronda.
Francisco Cerúndolo y Tomás Etcheverry, que se enfrentarán por un lugar en la tercera ronda, y el debutante Francisco Comesaña superaron sus primeros compromisos mientras Camilo Ugo, Lourdes Carlé y Solana Sierra cayeron eliminados.
Pero la gran atención del día de la amplía delegación albiceleste estuvo en el duelo entre Schwartzman y el francés Gaël Monfils.
Schwartzman, que tiene previsto retirarse a principios del próximo año, se llevó el primer set por 6-7 (2/7) frente al veterano Monfils, quien venía de batir a Carlos Alcaraz en el Masters 1000 de Cincinnati.
En esa primera manga, el argentino salvó dos pelotas de set del francés y luego dominó por completo el ‘tiebreak’.
El ‘Peque’, sin embargo, se fue quedando sin gasolina hasta ceder los siguientes parciales por 6-2, 6-2 y 6-1 al término de dos horas y 42 minutos de juego.
Tras estrellar su último golpe en la red, el público de Nueva York brindó una enorme ovación al argentino con gritos de “Diego, Diego”.
Schwartzman, que llegó a ser octavo del ranking mundial en 2020, se emocionó al dirigirse al público de la pista Grandstand.
“Es difícil hablar, soy alguien que llora mucho”, afirmó el argentino antes de tomar una pausa por las lágrimas.
“Se supone que no debo llorar, debo ser fuerte, pero son momentos muy especiales”, dijo sobre el vídeo que había preparado la organización con sus mejores momentos en Flushing Meadows.
“Jugué aquí 11 años seguidos, y lo hice bastante bien. Los aficionados me cuidaron mucho estos años, no se si lo merezco pero estoy muy agradecido”, añadió.
– Los desafíos del circuito –
El jugador bonaerense, de 32 años, pudo despedirse de sus aficionados en Nueva York gracias a superar los tres partidos de la qualy, después de quedar fuera del cuadro principal de los otros tres Grand Slams del año.
“Fue el final que siempre soñé, en una gran pista contra un gran rival”, resumió después ante la prensa.
“Cuando me tocó Monfils me alegré porque es un tenista que atrae al público”, destacó.
“Se daban todas condiciones para un lindo final y que el resultado acabara siendo una anécdota”, señaló. “Me hubiera gustado seguir jugando como al principio pero sentí el cansancio y la adrenalina del primer set. La falta de competición te lleva a esto”.
Los cuartos de final de 2017 y 2019 fueron los mejores resultados en Nueva York del argentino, que en su carrera conquistó cuatro títulos de la ATP.
Con el declive de Juan Manuel del Potro, Schwartzman fue durante varios años la mejor raqueta de Argentina en la ATP pero en las últimas campañas vivió un bajón de juego y confianza que lo desplomó hasta su 244º puesto actual.
El ‘Peque’, que aún no decidió sus próximos pasos tras colgar la raqueta, también ha abordado en público los problemas de ansiedad que afectaron a su juego en los últimos años.
“Cuando llevas mucho tiempo en el circuito aparecen miedos que no esperabas, a viajar solo, a estar mucho tiempo en los hoteles”, recordó.
“Ahora también están las redes sociales pero yo me crié sin ellas”, señaló. “Hay muchas cosas feas detrás de un deporte individual como este pero por suerte lo fui llevando bien y tuve una carrera muy sana en ese sentido”.
DOMINIC THIEM, JUGÓ SU ÚLTIMO GRAND SLAM
El tenista austriaco Dominic Thiem se despidió este lunes de los torneos de Grand Slam al caer en su debut en el Abierto de Estados Unidos, el escenario de su mayor éxito con la victoria en la edición de 2020.
El ex número tres mundial, cuya carrera se vio frenada en seco por lesiones, perdió por un rotundo 6-4, 6-2 y 6-2 ante el estadounidense Ben Shelton en la pista central de Nueva York.
Thiem, de 30 años, recibió un homenaje posterior por una carrera que planea cerrar en octubre ante su afición en Viena.
El austriaco, cuatro veces finalista de torneos grandes, fue uno de los grandes candidatos a tomar el testigo del ‘Big 3’ (Federer, Nadal y Djokovic) pero los últimos años los pasó intentando recuperarse del todo de una persistente lesión de muñeca sufrida en 2021.
El lunes Thiem pudo despedirse de los aficionados sobre la misma pista donde cuatro años atrás alzó su único título de Grand Slam en una final en la que remontó dos sets en contra al alemán Alexander Zverev y que se disputó sin público en las gradas por la pandemia de covid-19.
“Sólo quiero dar las gracias por todo el apoyo. Han pasado 10 años desde que jugué aquí por primera vez y tuve mi mayor éxito en esta pista”, recordó Thiem tras la derrota ante Shelton.
“Cuando gané en 2020 fue extraño, en condiciones muy estrictas y sin ninguno de ustedes aquí”, señaló. “Así que estoy muy contento de tener la oportunidad de jugar en esta pista delante de ustedes”.
Este año Thiem sólo tuvo dos victorias en el cuadro principal de torneos de ATP y necesitó de una invitación para disputar el US Open al haberse desplomado hasta el puesto 210 de la clasificación mundial.
En su turno de palabra, el joven Shelton también hizo un reconocimiento a la trayectoria de Thiem, ganador de 17 torneos de la ATP.
“Quiero felicitar a Dom por su extraordinaria carrera. Cuatro finales de Grand Sam y un título, es el tipo de cosas con las que sueñan los niños sentados en casa en el sofá. Lo cual era yo hasta hace no mucho”, afirmó Shelton, de 21 años y semifinalista del pasado Abierto de Estados Unidos.
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