Por Pablo Melián
Málaga/España
El gran mito del deporte español Rafael Nadal cerró dos décadas de carrera este martes en Málaga con la eliminación de España ante Países Bajos (2-1) en los cuartos de la Copa Davis.
La eliminatoria comenzó con la derrota de Nadal ante Botic van de Zandschulp, que luego ganaría el punto definitivo en dobles junto a Wesley Koolhof al vencer por 7-6 (7/4) y 7-6 (7/3) a la dupla formada por Carlos Alcaraz y Marcel Granollers.
«No ha salido como todos queríamos», reconoció el ganador de 22 títulos de Grand Slam en una ceremonia de homenaje ante un público entregado que no dejaba de corear su nombre.
Con la voz rota por la emoción, agradeció al público español por haberlo llevado «en volandas en los momentos buenos y en los malos» y también a su familia.
«Nunca me ha defraudado. Han estado conmigo en los momentos difíciles, en los buenos me han dejado con los pies en el suelo», afirmó Nadal, quien aseguró estar «tranquilo».
Su discurso precedió a un video de felicitaciones con grandes figuras del tenis y el deporte mundial: Serena Williams, Andrés Iniesta, Roger Federer, David Beckham, Novak Djokovic, Andy Murray, Juan Martín del Potro…
«Has sido nuestro ejemplo», lo felicitó el capitán del equipo español, David Ferrer. «Todos hubiéramos querido no llegar nunca al momento en el que Rafa se retirara», añadió Granollers.
– Emoción con el himno –
Pero las cosas llegaron a su fin. El último partido de Nadal terminó siendo su derrota ante Van de Zandschulp por un doble 6-4, 6-4 en una competición que ha ganado en cinco ocasiones.
De hecho, el balear había perdido solo un partido en individuales de la Copa Davis, el de su debut en 2004 cuando tenía 17 años ante Jiri Novak.
«Probablemente haya sido mi último partido, perdí el primero y el último», dijo Nadal en una cruda rueda de prensa en la que incluso recomendó al capitán escoger a otro jugador para una hipotética siguiente ronda.
La emoción se había disparado en el Palacio de Deportes Martín Carpena de Málaga desde que el equipo español pisó la pista.
El himno, con las lágrimas de Nadal contagiadas a gran parte de los casi 10.000 espectadores, y el minuto de silencio por las inundaciones que provocaron más de 200 muertos principalmente en la Comunidad Valenciana completaron la solemne ceremonia.
«Los momentos previos fueron emocionantes, difíciles de gestionar. He intentado hacerlo de la mejor manera posible, controlar, pero a veces es difícil», reconoció Nadal.
Van de Zandschulp, 80º jugador mundial, empezó nervioso, desorientado por la trascendencia del duelo y llegó a fallar hasta seis saques consecutivos con su primer juego al servicio.
En otro momento Nadal no hubiera desaprovechado tremendo regalo. Pero su versión actual le llevó a perdonar y ya no volvió a disponer de una ocasión parecida en toda la primera manga que perdió sin tener una bola de rotura.
Nadal, también atenazado por los nervios, concedió otro ‘break’ al inicio de la segunda manga. Van de Zandschulp se situaba 2-0 y el público del Martín Carpena comenzaba a entonar el «¡Sí se puede! ¡Sí se puede!» para levantar al ídolo.
Le tocaba remontar a Nadal, como tantas veces hizo en su épica carrera, pero al español le costaba cerrar los puntos frente a un rival que se agigantaba, cada vez más sólido en los intercambios para sellar el partido en una hora y 53 minutos.
– Sin remontada –
Le tocaba vestirse de superhéroe a Alcaraz, que igualó la eliminatoria batiendo con autoridad a Tallon Griekspoor, 7-6 (7/0) y 6-3 en una hora y 25 minutos.
El neerlandés empezó mejor, llegando a mandar 4-2 en el primer set, pero el número tres mundial metió entonces la directa con un ‘tie break’ en blanco que fundió a su rival, peleado con el público local.
«¡Carlos! ¡Carlos!», gritaba el Martín Carpena mientras el campeón de Roland Garros y Wimbledon volaba en el segundo set con puntos imposibles, poniéndose el dedo en la oreja para pedir más ruido a la grada. No desaprovechó un gramo de energía y cerró el duelo en una hora y 25 minutos.
«Lo hice por Rafa. Intenté jugar mi mejor tenis para clasificar a España, es la Copa Davis, un gran torneo para mí y para todo el mundo», dijo Alcaraz.
Tras un breve descanso saltó de nuevo a la pista junto con Granollers pero Van de Zandschulp y el especialista Wesley Koolhof se mostraron más fríos en los dos ‘tie breaks’ para dejar a Nadal con gesto desconsolado en el banquillo español.
«La realidad es que uno nunca quiere llegar a este momento, no estoy cansado de jugar al tenis pero el cuerpo ya no quiere jugar más y hay que aceptarlo», afirmó el protagonista de la noche.
«Me siento un súper privilegiado, he podido hacer de mi hobby mi profesión durante mucho tiempo».
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