AFP | Los Ángeles, Estados Unidos
Los Dallas Mavericks fueron masacrados este domingo 144-101 en la cancha de los Cleveland Cavaliers, apenas horas después de confirmar el traspaso de su estrella Luka Doncic a Los Angeles Lakers.
Los jugadores de los Mavericks saltaron a la cancha con sensibles bajas, incluida la de su otra figura, Kyrie Irving, y todavía bajo el impacto de la partida de Doncic, su gran líder en las últimas siete temporadas.
En el propio Rocket Mortgage FieldHouse de Cleveland, el mánager general de Dallas, Nico Harrison, trató de justificar antes del partido su controvertida decisión de traspasar al fenómeno esloveno, quien comandó al equipo hasta el subcampeonato en la pasada temporada.
Los Mavericks recibirán a cambio al veterano pívot Anthony Davis y al prometedor escolta Max Christie, un retorno que en la NBA se considera muy escaso por un talento de la talla y la juventud de Doncic, de 25 años.
En medio de la polémica, los Mavericks debían visitar al mejor equipo de la temporada regular, los Cavaliers, y decidieron dar reposo además a tres de sus titulares.
Además de Irving, ausente por unas molestias de hombro, el técnico Jason Kidd tampoco contó con el ala-pívot PJ Washington y el pívot Daniel Gafford por diversos problemas físicos.
El veterano escolta Klay Thompson sí partió en el quinteto inicial pero tuvo una actuación nefasta con 2 puntos (1-10 en tiros de campo) en 18 minutos de juego.
Los Cavaliers explotaron rápidamente la confusión de su rival para escaparse por un rotundo 50-19 al final del primer cuarto.
Estos 50 puntos son el récord de la franquicia de Ohio en un cuarto de un partido de NBA.
Los locales dominaban por 91-46 al descanso y, de haber mantenido el ritmo tenían a mano varios récords de la liga, como la anotación máxima de un equipo en un partido, fijada por los Detroit Pistons con 186 puntos en 1983.
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