El Nacional de Paraguay goleó 3 a 0 al Aucas de Ecuador este jueves en Asunción y clasificó a la segunda fase de la Copa Libertadores 2024.
En el partido de ida, hace una semana, los ecuatorianos habían triunfado por la mínima diferencia (1-0) en Quito.
Los tantos fueron anotados por Diego Duarte (12 y 31) y Rodrigo Arévalos (55).
El ganador de la serie enfrentará al Atlético Nacional de Colombia, en partidos programados el 21 y el 28 de febrero.
El equipo tricolor paraguayo dirigido por el argentino Juan Pablo Pumpido se benefició de un doblete de su efectivo delantero Diego Duarte, a los 12 y 31 minutos, asistido en las dos oportunidades por el delantero argentino Ignacio Baylone, quien se retiró lesionado a los 37 minutos.
La tercera conquista fue obra de su atacante Rodrigo Arévalo, el sustituto de Baylone, a los 55 minutos.
Los dirigidos de Schurrer buscaron afanosamente pero con absoluta impotencia detener el ímpetu impuesto por el local, con jugadas rápidas de sus delanteros Jeison Medina, Angelo Mina y su volante Carlos Cuero.
Ellos protagonizaron algunos chispazos que no constituyeron un peligro mayor para los paraguayos, que manejaron el partido pese a su menor posesión del balón.
Una incidencia que pudo haber marcado un punto de inflexión a favor de los ecuatorianos estuvo en los pies de Medina.
Este remató potente y a quemarropa una asistencia de Mina, pero su disparo se le fue ligeramente por encima del travesaño, a los 29 minutos.
Si anotaba pudo haber significado el empate para el “Idolo” de Quito.
En cambio, el elenco de Pumpido, con mayor despliegue físico, también pudo haber sumado la tercera conquista antes del final de la primera etapa si no fuera por una pifiada del atacante Gaona Lugo frente al arco del guardameta Lanzillota.
La pelota se fue al córner.
Obligado a remontar en el segundo tiempo, el elenco de Schurrer se fue con todo adelante pero en forma desordenada arriesgando el contragolpe rival.
El empeño incansable de Medina no consiguió reducir la diferencia ante el frontón guaraní que formó Pumpido, sin más ambiciones que conservar el marcador tratando de amigarse con el final del partido.
En el último tramo, ambos equipos se repartieron las pelotas, con un cuadro visitante resignado, sin la picardía de los habituales protagonistas del certamen sudamericano.
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